La administración más que una profesión o un título
universitario es una forma de vida adecuada y organizada que nos permite
alcanzar y mantener nuestros propósitos.
El verdadero arte de la administración solo nos la
puede dar Jesucristo.
Un buen
administrador es aquel que sabe organizar muy bien su parte económica, su salud
y su tiempo, es decir el tiempo de vida que Dios le da.
Características de un buen administrador:
1. Ser
Lleno del espíritu santo. V 38 “y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre
como éste, en quien esté el espíritu de Dios?”
2. Ser
prudente y sabio. V 33 “Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y
sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.”
el ser prudente me hace no gastar más de lo que gano.
3. Ser fiel
con sus principios, con Dios y con los demás. 1 Corintios 4: 2 “Ahora bien, se requiere
de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
4. Ser
Irreprensible, es decir alguien que no necesita que se le esté presionando para
que haga lo que tiene que hacer. Tito 1: 7 “Porque es necesario que el obispo sea
irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al
vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,”
José era cumplidor de sus deberes. Génesis 39: 23 “No necesitaba atender el jefe de la
cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba
con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.”
5. Luchar
por cada día ser mejor, ser mejor padre, mejor hijo etc. 1 Pedro 4: 10 “Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios” solo capacitándonos y esforzadnos llegamos a ser los
mejores.
La clave para tener una buena administración es:
1. ser
previsivo. V 35-36 “Y
junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo
bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y
guárdenlo. 41:36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para
los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no
perecerá de hambre.” los buenos momentos nos deben servir para
provisionar para los tiempos malos.
2. Rodearse
de personas Idóneas que conozcan y amen nuestra visión. V 34 “Haga esto Faraón, y ponga
gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de
la abundancia”
Un buen
administrador no actúa por emociones, todo lo prevé con anticipación. Lucas 14:
28 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una
torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que
necesita para acabarla?”
El
provisionar no solo debe ser en lo económico también podemos prever para los
tiempos malos cuando trabajamos fuerte en nuestra juventud, cuando aprovechamos
los tiempos en los cuales nuestro cuerpo está sano.
No importa
si eres el mejor siervo de Dios si eres desorganizado en tu sistema de
administración puedes llegar a la quiebra. Este era el caso de aquel hijo de
profeta que aunque era siervo de Dios al morir dejo a su familia metida en
problemas económicos, los dejo con muchas deudas. 2 de Reyes 4: 1 “Una mujer, de las mujeres
de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha
muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el
acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.”
La
administración más que una profesión es una forma de vida, administrar es saber
dar buen uso a las bendiciones que Dios nos ha dado.
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