Los seres humanos actuamos de
acuerdo a lo que pensamos, antes de hacer algo primero lo visualizamos en
nuestra mente y lo que hay en nuestra mente está determinado a demás de lo que
vemos también por lo que escuchamos.
En
este capítulo veremos la historia de un siervo de Dios que tenía muchas
características maravillosas pero que a pesar de su maravillosa forma de ser
cometió un aparente pequeño problema que en verdad se convirtió en un gigante
problema. ¡¡Escucho a quien no debía
escuchar!! Y esto fue suficiente para su destrucción.
Miremos algunas características importantes de este Varón de Dios.
1. Escuchaba la Voz de Dios. V 1 “He aquí que un varón
de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Bet-el; y estando Jeroboam junto
al altar para quemar incienso”
2. Era Valiente. No cualquier
persona se iba a enfrentar al Rey y decirle algo que sabía le iba a desagradar.
V 2 “aquél clamó contra
el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He
aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará
sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y
sobre ti quemarán huesos de hombres”
3. Era seguro y tenía confianza en
lo que Declaraba. V 3 “Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que
Jehová ha hablado: he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre él
está se derramará.”
4. Tenía el Respaldo de Dios. V 4-5
“Cuando el rey
Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de
Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que
había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. Y el altar
se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón
de Dios había dado por palabra de Jehová.”
5. Dios le Escuchaba sus Oraciones.
V 6 “Entonces
respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la
presencia de Jehová tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada.
Y el varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró, y quedó como
era antes.”
6. Era Obediente a Dios. V 7-9 “Y el rey dijo al
varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente. Pero
el varón de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría
contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar. Porque así me está
ordenado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni
regreses por el camino que fueres”
7. Se Mantenía en Obediencia. V 14-
17 “Y yendo tras el
varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el
varón de Dios que vino de Judá? El dijo: Yo soy. Entonces le dijo: Ven conmigo
a casa, y come pan. Mas él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo,
ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar. Porque por
palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua allí, ni regreses
por el camino por donde fueres”
A pesar de cuantas cualidades al
final el siervo de Dios escucho la voz del viejo profeta que decía hablar de
parte de Dios. V 18-19 “Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y
un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu
casa, para que coma pan y beba agua. Entonces volvió con él, y comió pan
en su casa, y bebió agua.”
Hay dos tipos de voces que nos
pueden hablar y nos pueden confundir haciéndonos tomar decisiones Equivocadas.
1. Voces Externas. Es decir la voz
que sale de la boca de otras personas. No todas las personas que hablan de Dios
hablan de parte de Dios. Filipenses 1: 15 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda;
pero otros de buena voluntad.”
2. Voces Internas. Estas son las
que salen de nosotros mismos motivadas por nuestros prejuicios o debilidades.
Estas voces son mucho más poderosas que las voces externas.
2.1. Miedo.
Por lo general las voces del miedo nos dicen: no eres capaz. Vas a fracasar, eso
no es para ti. etc. Juan 14: 27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
2.2 Prejuicios
de Superioridad o Inferioridad. Cualquiera de estas dos voces nos termina
alejando de los demás. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está
entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,
sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió
a cada uno.” el creerse más que los demás no es más que un engaño de
nuestra parte. Gálatas 6: 3 “Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña”
2.3.
Pereza. Esta voz nos hace creer que siempre hay tiempo que no hay prisa y por
lo general nos lleva al fracaso. Proverbios 6: 6-11 “Ve a la hormiga, oh
perezoso,
Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento……”
Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento……”
Nuestra boca habla de lo que hay en
el corazón y nuestro corazón habla de lo que hay en nuestra mente y nuestra
mente se alimenta de lo que oímos a los demás o de lo que oímos de nuestro
interior. En nuestro interior hay dos voces una que nos estimula a triunfar y
otra que nos lleva al fracaso. ¿A quién escuchas? Eso depende de Ti.