miércoles, diciembre 07, 2016

La Gloria de Dios en Nosotros. Levítico 9.

Resultado de imagen para la gloria de diosTodos los que creemos en Dios queremos ver su Gloria manifestada en nuestra vida.
La gloria de Dios no es más que todo el poder de Dios actuando en nosotros.
La gloria de Dios nos da gozo, alegría es decir solo cuando dejamos que la gloria de Dios actué en nosotros conocemos la verdadera felicidad.
La gloria de Dios se manifiesta en lo esplendoroso de la  creación, los cielos y la tierra son sus testigos. Salmos 19: 1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos
.
Como atraer la gloria de Dios.
1. Creyendo y anhelando la gloria de Dios. Juan 11: 40 “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” es imposible conseguir algo que no se cree y que tampoco se desea.
2. Ofreciendo Sacrifico. Levítico 9: 1-4 “En el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel; y dijo a Aarón: Toma de la vacada un becerro para expiación, y un carnero para holocausto, sin defecto, y ofrécelos delante de Jehová. Y a los hijos de Israel hablarás diciendo: Tomad un macho cabrío para expiación, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto. Asimismo un buey y un carnero para sacrificio de paz, que inmoléis delante de Jehová, y una ofrenda amasada con aceite; porque Jehová se aparecerá hoy a vosotros. ”Solo el creer y obedecer sin cuestionar es lo que atrae la gloria de Dios. V 6 “Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová; hacedlo, y la gloria de Jehová se os aparecerá.
Como atraer la gloria de Dios en nuestro Tiempo.
1. Aceptando que el único sacrificio valido es Jesucristo.  Hebreos 10: 5 “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste;
2. Los sacrificios son espirituales y a través de Jesucristo. 1 Pedro 2: 5 “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
3. Ofreciéndonos nosotros en sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
3.1. Hacer el Bien. Hebreos 13: 16 “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.” muchas veces los cristianos tan solo nos limitamos a no hacer el mal pero nos cuesta hacer el bien.
Para Jesucristo alguien que sabe hacer el bien y no lo hace es tan pecador como aquel que hace maldad. Santiago 4: 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
3.2. Alabanza y Adoración. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” la presencia y la Gloria de Dios se manifiesta en medio de la alabanza de su pueblo. 2 Crónicas 5: 13-14 “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
4. Creyendo a la Promesa de donde hay dos o tres reunidos en el nombre de Jesús ahí está el o se manifiesta su presencia. Mateo 18: 20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
5. Buscándolo a través de la Oración y el estudio de la palabra. Santiago 4: 8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” la verdadera oración es mucho más que tan solo hablar. La verdadera oración es una relación con Dios y para eso no basta tan solo con hablar nosotros es necesario también aprender a escuchar a Dios  a través de su palabra.
Dios está en todo lugar pero solo cuando lo buscamos a través de la Adoración, la Alabanza y la Oración dejamos que se manifieste toda su gloria a nuestro favor. Anhelar su gloria es anhelar tenerlo cerca y disfrutar de su Presencia.