lunes, junio 30, 2014

La Venganza es de Jehová. 2 Samuel 18.

Cuando confiamos en nuestro Dios no tenemos que preocuparnos por nuestros enemigos. La venganza del hombre lleva a causar más daños, la venganza de Jehová lleva a ejecutar justicia. Deuteronomio 32: 35 “Mía es la venganza y la retribución;  A su tiempo su pie resbalará,  Porque el día de su  aflicción está cercano,  Y lo que les está preparado se apresura.
David había cometido muchos errores pero seguía siendo su corazón conforme al de Jehová. David no buscaba vengarse el mismo nunca lo hizo ni aun cuando el rey Saúl lo buscaba para matarlo.
A pesar de que Absalón su hijo lo buscaba para matarlo David todavía mostraba su amor por él. Lo que más le preocupaba es que alguien le pudiera hacer daño. V 5 “Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes
Tremendo corazón de padre el que tenía David, para un padre o para una madre nunca hay hijo malo, tal vez incomprendido, un poco inquieto pero nunca malo.
David conocía muy bien la ley de Jehová por lo tanto también sabía que un hijo que no honra a su padre merecía la muerte. Mateo 15: 4 “Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.” esto suena algo duro pero era la orden de Dios.
Hoy en día tal vez los hijos que deshonran a sus padres no mueren físicamente pero si fallecen de manera espiritual y emocional y lo que es más triste siempre las cosas le van a salir mal. Esto no quiere decir que no llegue a tener dinero posiblemente lo adquiera. Lo que nunca puede tener es deleite o felicidad verdadera.
David no hacía nada por dañar a su hijo pero pronto la venganza de Dios llegaría. V 6-7 “Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel, y se libró la batalla en el bosque de Efraín.  18:7 Y allí cayó el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y se hizo allí en aquel día una gran matanza de veinte mil hombres.
Así David no quisiera dañar a su hijo Dios lo haría de manera sobre natural. V 8 “Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada” la consecuencia de la honra o la deshonra a los padres es inevitable.
Dios no es un Dios de casualidades él es un Dios de propósitos. Del hombre podemos huir o nos podemos ocultar, del hombre nos podemos burlar pero de Dios nunca. V 9 “Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante.
La venganza de Dios tarde o temprano llega. La deshonra a los padres se paga no importa cuando o como pero el día siempre llega. V 14-15 “Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina.  18:15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle.
Nunca te preocupes por planear como vengarte de tus enemigos  o de los que te han causado daño. Jehová será quien se encargue de ellos. V 31 “Luego vino el etíope, y dijo: Reciba nuevas mi señor el rey, que hoy Jehová ha defendido tu causa de la mano de todos los que se habían levantado contra ti.
Un padre nunca le desea mal a sus hijos pero no depende de él lo que sus hijos cosechen, ellos tienen que vivir sus propias consecuencias de lo que hacen. V 33 “Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!

Confía en Jesucristo si él te eligió él se encarga de ti, tu encárgate de hacer lo que tienes que hacer de acurdo a la voluntad de Dios. Deja que Jesucristo se encargue de tus problemas.