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Moisés no estaba preparado para lo que Dios lo iba a comisionar. Moisés era fuerte en su parte física, pero la comodidad en la que vivía lo hacía débil en su carácter, y no sabía manejar su temperamento. Era violento y esto no le serviría para nada en su condición de líder. Éxodo 2: 12; 17. “Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena; Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas.”Entonces Dios decide prepararlo para su servicio y después de vivir en la corte lo lleva al desierto.
Solo en el desierto es cómo
podemos tener una verdadera preparación. Un boxeador de peso pesado no puede
entrenar con su esposa de 50 kilos de peso ella no lo obligaría a exigirse,
para que este boxeador de verdad entrene debería tener un sparring igual o
preferiblemente superior a su peso y capacidad de boxear.
Todo entrenamiento
representa dolor, esfuerzo y en muchos casos sacrificios, en los años que ya
llevaba en el desierto se había fortalecido pero le faltaba todavía superar
algunas cosas para que su entrenamiento fuera completo.
Cosas que necesitaba aprender para llegar a ser un gran
líder.
1. Utilizar los recursos que
tiene a la mano. V 2 “Y
Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.” Dios quería mostrarle
que de una vara él podía hacer lago. Hay
muchas personas que viven en pobreza porque no ponen en acción los pocos
recursos o talentos que pueden tener.
Si no tienes un empleo y
te parece que es imposible conseguir uno, entonces mira las habilidades que
tienes, que sabes hacer. Y si no sabes hacer nada aprovecha la capacidad mental
que Dios nos ha dado y esfuérzate por aprender algo con lo cual puedas montar
tu propia empresa.
Moisés no era el único que
no sabía qué hacer con lo que tenía en sus manos. Había una mujer que estaba
sufriendo necesidad económica, Eliseo no le dice que le va a dar plata o que va
a orar para que le llueva plata él le pregunta ¿qué tienes en tu casa? con eso
que tienes no importa que sea poco Dios te quiere bendecir. 2 reyes 4: 2 “Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo?
Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en
casa, sino una vasija de aceite.”
2. Siempre tener un plan
B. V 8 “Si
aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal,
creerán a la voz de la postrera.”
siempre debemos estar preparados para el fracaso o los imprevistos no siempre
las cosas salen en el primer intento. Lo único que necesitamos es insistir.
3. Nunca menospreciarnos.
V 10 “Entonces
dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni
antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe
de lengua.” Dios no nos hiso torpes
nosotros somos los que nos menospreciamos y nos olvidamos de lo que éramos. Moisés
no siempre fue tardo para hablar. Hechos 7: 22 “Y fue enseñado Moisés en toda la
sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.”
4. Creer que Dios nos
escogió desde el vientre de nuestra madre. No somos obra de la casualidad. Hechos
7: 20 “En aquel
mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en
casa de su padre.”
5. Ser obedientes a las
leyes de Dios. Para el pueblo israelita la circuncisión era muy importante era
lo que los identificaba pero a Moisés se le olvido circuncidar a su propio
hijo. Y por esta razón posiblemente Jehová aunque Moisés era el escogido lo
quería matar. V 24-25 “Y
aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso
matarlo. 4:25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el
prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un
esposo de sangre.”
¿Qué tienes en tu mano?
con lo que Dios te ha dado es suficiente para ser prospero, lo único que tienes
que hacer es ser recursivo y sobre todo confiar mucho en Jesucristo el te puede
ayudar a conseguir tus sueños.
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