José era igual que cualquiera de los demás esclavos con los que él vivía pero a la vez había algo que lo distinguía. 39: 1-2 “Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. 39:2 Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.”
José era igual a cualquiera de los
presos que estaban con él en la prisión, pero igual que en la casa de potifar Jehová
estaba con él. V 20-21 “Y
tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y
estuvo allí en la cárcel. 39:21 Pero Jehová estaba con José y le
extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel”
Cuando Dios está con nosotros el no
cambia las circunstancias que estamos viviendo pero si cambia las condiciones. José
seguía siendo esclavo o preso pero las condiciones eran diferentes. El tenia
gracia delante de los demás y por lo tanto el trato para con él era diferente
era el mejor. V 21 “Pero
Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los
ojos del jefe de la cárcel”
Cuando llegamos a los pies de Cristo
posiblemente las circunstancias en las que vivimos siguen siendo las mismas. Sigue
enfermo, con deudas o tal vez con problemas familiares; lo que cambia es la condición
en que vivimos. Jesucristo nos da paz aún en medio de la tormenta. Mientras llega
la solución a nuestros problemas Cristo nos hace vivir con gozo.
La presencia de Dios en la vida de José
era lo que lo hacía vivir en prosperidad es decir podía vivir muy bien en las circunstancias
que lo rodeaban. V 22 “Y
el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que
había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.”
Ser rico es tan solo tener
abundancia de dinero, hay muchos que el dinero les sobra pero no son felices;
ser prospero es poder vivir bien con lo que tenga con mucho o con poco dinero.
La presencia de Dios no la atrajo
la casa de potifar ni la edificación de la cárcel. La presencia de Dios estaba
en José.
La presencia de Dios en la vida de Jacob
es lo que lo haría prosperar en Egipto, una cosa es descender a Egipto por su
propia cuanta y otra muy diferente es descender con la autorización y el respaldo
de Dios. Génesis 46: 3-4 “Y
dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque
allí yo haré de ti una gran nación.
46:4 Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos”
46:4 Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos”
La presencia de Dios no depende de
lo grande del templo, de la bodega o del garaje en el que se hace el culto. La presencia
de Dios desciende por la Adoración y la alabanza de la gente que asiste a
cualquiera de estos lugares. 2 Crónicas
5: 13- 14 “Cuando
sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias
a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros
instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno,
porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube,
la casa de Jehová. 5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para
ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la
casa de Dios.”
Jehová mora en medio de la alabanza
de su pueblo. Es decir cuando Jehová es el motivo para nosotros congregarnos podemos
sentirlo y disfrutar de él. Salmo 22: 3 “Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de
Israel.”
Moisés no quería salir si Jehová no
iba con él. Moisés sabía que era la presencia de Dios lo que lo protegería en
su camino. Éxodo 33: 15 “Y
Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
Solo la presencia de Dios en
nuestra vida es lo que nos da descanso. V 14 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré
descanso.”
Dios da oportunidades a todo el
mundo pero solo las pueden aprovechar los que están preparados, es necesario esforzarnos
por ser cada día mejores Dios quiere que seamos hombres y mujeres idóneos
podemos aprender a través de las instituciones o a través de nuestras propias
experiencias o vivencias. Génesis 47: 6 “La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la
tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén;
y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del
ganado mío.”
Para que la presencia de Dios se
manifieste lo único que se necesita es que al menos dos personas se reúnan con
el propósito de adorarlo y cumplir sus preceptos. La presencia de Dios no
depende de denominaciones. La iglesia de Jesucristo no puede estar conformada
por alcohólicos, idolatras, o fornicarios. Mateo 18: 20 “Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.”
Solo la presencia de Dios en la
vida de una persona es lo que hace maravillas, Jesucristo podrá cambiar nuestra
forma de vivir solo el día en que el more en nuestro corazón. Permitamos que él
nos purifique, el quiere hacer de ti y de mi un palacio donde poder vivir; el
no mora en cualquier pocilga.
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