Habían pasado ya muchos años desde que Jacob llego a Egipto tantos
que Jacob murió y también José. V 6 “Y murió José, y todos sus hermanos, y
toda aquella generación.”
Cuando
José vivía sus hermanos eran los consentidos, José prácticamente los mantenía pero las circunstancias
habían cambiado ya José no estaba. V 8 – 9 “Entretanto, se levantó
sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: 1:9
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.”
Los israelitas eran muy bendecidos por Dios a pesar de que
ellos ya no lo conocían. Su vida iba en ascenso. V 7 “Y los hijos de Israel fructificaron y
se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de
ellos la tierra.”
Cuando nosotros llegamos a los pies de Cristo
nuestra vida comienza a crecer: nuestro hogar ahora es mejor, podemos vivir en
paz. Etc.
Pero al rey de Egipto le molestaba que el
pueblo de Dios prosperara y quería detener su crecimiento. V 10 “Ahora, pues, seamos sabios para con él,
para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una
a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra”
El pueblo estaba feliz con lo que hacía era
su trabajo esto mismo hacia que creciera tanto. Pero el rey tramo algo para
evitar su crecimiento echar más carga sobre ellos. V 11 “Entonces pusieron sobre ellos
comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para
Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés.”
El trabajo es una bendición para el hombre
entonces que es lo que hace que se convierta en carga:
1. Cuando haces algo que no te gusta. Recuerda
que las circunstancias cambian si en algún momento tienes que trabajar en algo
que no te gusta, trata de ver lo bueno de esa actividad para que te puedas
enamorar de lo que haces.
2. Cuando asumes compromisos mas allá de tu capacidad,
física o capacidad en tiempo. Planifica tu forma de trabajo para que lo puedas
hacer con gozo.
3. Cuando acumulas trabajo debido a tu
irresponsabilidad, cuando haces las cosas de manera negligente es decir no
haces las cosas de manera oportuna.
Cuando tu trabajo se convierte en carga te
estresa y te cansa tanto que no puedes cumplir con las obligaciones con tu
pareja, no tienes tiempo para los que amas sean tu pareja, tus padres o tus hijos.
Cuando tu trabajo se convierte en carga ya no
puedes seguir creciendo ya no te multiplicas por lo tanto ya estás muy cerca de
la destrucción.
Esto es lo que quería hacer el rey con el
pueblo de Dios tenerlo tan cansado que ya no tenga tiempo para su reproducción.
Lo que el rey no sabía es que Dios estaba preparando a su pueblo para que superara
las aflicciones y a pesar de la dura carga seguían multiplicándose. V 12 “Pero cuanto más los oprimían, tanto más
se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de
Israel.”
Los seres humanos tenemos una gran bendición que
según como la utilicemos es algo maravilloso. Los seres humanos podemos adaptarnos
a cualquier situación, emocional o climática.
Los hombres podemos amoldarnos a lo bueno o a lo malo.
A esto los sicólogos le llaman resilencia. La resiliencia o resilencia es la capacidad que tiene una persona o
un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias
difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban
latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Resilencia es tener la capacidad de Convertir
los problemas en desafíos.
El término
resiliencia es mucho mas que tan solo soportar problemas resilencia es la
capacidad para enfrentarse, sobreponerse y salir transformados ante las
adversidades. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la
ostra segrega nácar para defenderse y, como resultado, crea una joya brillante
y preciosa.
La resiliencia es la capacidad para afrontar
la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las
amenazas o el estrés severo.
Ser resiliente no significa no sentir
malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La muerte de un
ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero
serios, etc., son sucesos que tienen un gran impacto en las personas,
produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional. Aún
así, las personas logran, por lo general, sobreponerse a esos sucesos y
adaptarse bien a lo largo del tiempo.
No le tengas miedo a las circunstancias difíciles
solo son oportunidades que se nos presentan para poder surgir, muchos de los
problemas que hemos tenido en la vida son los que nos han motivado a superarnos
y avanzar, tomados de la mano de Jesucristo podremos avanzar y vivir en paz en
medio de la tormenta.
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