El campamento es algo transitorio que está en el camino hacia la meta que queremos lograr. En un camino el campamento es algo físico, pero en nuestro camino de la vida en nuestro mundo espiritual Jesucristo es nuestro campamento o al menos el quiere serlo si nosotros se lo permitimos.
Un campamento nos da:
1. Descanso. Si estas agotado,
cansado y ya no sabes que hacer, entonces eres el candidato número uno para que
te acerques a Jesucristo, el te puede dar reposo. Mateo 11: 28 “Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
2. Fuerzas: en el campamento
logramos recuperar nuestras fuerzas cuando ya se nos han agotado, cuando ya no
queremos seguir luchando. Isaías 40: 31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán.”
3. Entrenamiento. Jesucristo no
quiere acabar con los problemas del mundo, Jesucristo quiere es entrenarnos
para que seamos victoriosos. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo
por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
En lo espiritual el TEMPLO se convierte en ese campamento que nos
permite:
1. Ser entrenados a través de la
palabra de Dios que nos dice que hacer y qué no hacer. 2 Timoteo 3: 16 “Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.”
2. Experimentar un ambiente
celestial. Génesis 32: 1 “Jacob
siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios” si dispones tu corazón y te olvidas por un
momento de tus problemas, podrás sentir que el ambiente se torna angelical, podrás
sentir paz y tranquilidad.
3. Sentir la presencia de Dios.
Salmo 27: 4 “Una
cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” si tu corazón está dispuesto podrás sentir la presencia de Dios, podrás sentir que él te consiente y que te susurra al oído palabras de amor y de consuelo.
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” si tu corazón está dispuesto podrás sentir la presencia de Dios, podrás sentir que él te consiente y que te susurra al oído palabras de amor y de consuelo.
4. Hablar con Dios y exponerle
nuestro caso. V 9-11 “Y
dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me
dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;
32:10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.
32:11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.”
32:10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.
32:11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.”
5. Vivir experiencias maravillosas
con Dios. V 24-26 “Así
se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el
alba. 32:25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio
del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él
luchaba. 32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió:
No te dejaré, si no me bendices” con Dios no podemos luchar de manera corporal.
Luchamos cuando nos negamos a retroceder al mundo, luchamos cuando a pesar de
la adversidad que estemos pasando le decimos a Jesucristo yo no te suelto. No
quiero volver al vomito.
Las experiencias que vivimos con
Dios sean agradables o desagradables según nuestra opinión son las que
determinan nuestro cambio de vida. V 28 “Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino
Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”
En lo secular nuestro principal
campamento debe ser nuestro hogar, nuestro hogar nos debe brindar descanso,
nuestro hogar debe servirnos para recobrar fuerzas después de un día intenso
trabajo o de muchas preocupaciones.
Permite que Dios haga del templo y de
tu casa ese refugio, ese campamento que nosotros necesitamos para levantarnos
victoriosos y seguir con nuevas fuerzas la lucha de cada día.
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