Este es un mensaje maravilloso que
anunciaron los discípulos de Jesucristo por muchos años y ahora nos toca
anunciarlo a nosotros. V 5 “Este
es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él”
A
través de toda la historia del cristianismo hemos oído del gran mandamiento, de
la gran comisión. Mateo 28: 19-20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Pero anunciar las verdades de
Jesucristo es mucho más que aprendernos una simple teoría. El verdadero evangelio
se lo predica a través de la experiencia que podamos tener con Jesucristo.
Nuestros discípulos tienen que ver nuestra comunión con Jesucristo. V 3 “lo que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.”
Saber que Dios es luz es
maravilloso pero la buena noticia es que ahora nosotros los que hemos recibido
a Cristo en nuestro corazón también somos luz. Mateo 5: 14 “Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”
Pero saber que ahora somos luz nos
obliga a comportarnos como si fuéramos luz. Efesios 5: 8 “Porque en otro tiempo erais tinieblas,
mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”
Si llamándonos cristianos todavía
andamos como en tinieblas somos mentirosos. 1 Juan 1: 6 “Si decimos que tenemos comunión con él,
y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”
El andar en la luz de Cristo es una
forma de vida. 2: 9-10 “El
que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en
tinieblas. 2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en
él no hay tropiezo.”
El que seamos luz se debe
evidenciar en nuestro comportamiento. Debemos marcar diferencia entre los que
todavía viven en oscuridad. V 7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado.” Estar en la luz de Cristo es andar como el
andaba. 2: 6 “El que
dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”
La única forma de andar en la luz
es si reconocemos que somos pecadores. V 8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros”
El reconocer nuestros pecados nos
lleva al arrepentimiento. Arrepentirse es cambiar de dirección, es volver a empezar
es aceptar que nos hemos equivocado. V 9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”
Jesucristo es la luz pero esto no
significa que con el ya no vamos a tener problemas. Ventajas de estar en la
luz:
1. Ver el Problema. Sin Cristo
muchas veces negamos o nos cuesta reconocer que tenemos un problema. Si el
enfermo no reconoce su enfermedad es imposible que busque la cura.
2. Ver la solución. Con Jesucristo
como nuestra luz no solo nos permite ver el problema, también podemos ver la
solución.
3. No hay temor. La oscuridad causa
temor, desesperación, con Cristo hay calma y paz. La oscuridad causa confusión.
2: 11 “Pero el
que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a
dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.”
Ser cristiano es mucho más que
saber que Dios es luz, ser cristiano es ser luz y vivir como si fuéramos luz.
Deja que Jesucristo alumbre el camino de los que están en oscuridad a través de
tu vida.
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