martes, septiembre 17, 2013

Apocalipsis. Apocalipsis 1

El Apocalipsis es el último libro de toda la Biblia. Y siempre ha sido un misterio para los seres humanos. Y como es un libro misterioso, ha sido motivo de muchas malas interpretaciones. También ha sido motivo de preocupaciones en todas las épocas, pues muchos han visto en él sólo destrucción y castigo.
Apocalipsis significa “revelación”. El Apocalipsis es la revelación de Jesucristo a San Juan acerca de los acontecimientos futuros. V 1 “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
Apocalipsis se escribe en la isla de patmos donde Juan fue recluido después de haber sobrevivido a un intento de asesinato cuando lo hirvieron en una paila llena de aceite. (Es interesante saber que paso con la vida de los discípulos , Dale  Click  ). V 9 “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
El mensaje de apocalipsis va dirigido a siete iglesias: V 4 “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;” 
Antes de comenzar con la visión Juan quiere que entendamos que para Cristo somos muy importantes. V 6 “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
La visión dada al apóstol Juan no es para tener miedo es un mensaje de parte de Jesús para llevar a la iglesia a la perfección. Solo a través de la corrección podemos llegar a ser perfectos. Sin corrección no hay perfección. V 17 “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
Los mares se alimentan de los ríos que son los que desembocan en el. La sociedad es como un mar se alimenta de lo que arrogan las familias que son como esos ríos. Y el único responsable de que la familia funcione perfectamente es el hombre
Si queremos que cambie el mundo tiene que cambiar la familia y si queremos que cambie la familia tenemos que cambiar nosotros los hombres. Veamos la siguiente reflexión: Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su  laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.  
Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario, decidido a ayudarlo a trabajar.  El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras, recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta, se lo entregó a su hijo diciendo:
- “Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente:
- "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiera conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
– “Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?”

– “Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre. Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.”

- “Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”
Jesucristo con su muerte y resurrección propicio la salvación y la vida eterna, pero son las iglesias a través de los hombres quienes se encargan de hacer conocer de esta maravillosa noticia. El problema es que a muchas iglesias se les está olvidando por eso Cristo a través de esa visión quiere recordarle a las iglesias cual es su misión en esta tierra.

Recuerda: Jesucristo te rescato o mejor dicho nos rescato de nuestra vana manera de vivir no solo para que la pasáramos bien, también lo hizo para que nos convirtiéramos en sus colaboradores en el ministerio maravilloso de llevar la salvación.



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