martes, agosto 20, 2013

Dios te hizo para Triunfar. Hebreos 6.

El hombre fue hecho para tener una vida de éxito. Nunca fue diseñado para ser un fracasado.
Desde el m omento de la creación al hombre se le encomendó la multiplicación. Génesis 1: 27-28 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra
Solo a través del conocimiento el hombre puede avanzar. Juan 8: 32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres
La ignorancia nos esclaviza, nos encadena, esto hace que nos estanquemos que no podamos avanzar.
El que no quiere aprender está destinado a ir en retroceso. V 1-3 “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,  2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.  3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
El que conoce la verdad a  nivel espiritual pero no la quiere aceptar es imposible que se salve. O en lo secular es imposible que avance o logre algo. V 4-6 “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
No hay peor ciego que el que no quiere ver o peor sordo que el que no quiere oír.  La cuadriplejia o la parálisis mas terrible para el hombre no está en el cuerpo está en su mente.
El hombre está hecho para dar fruto para ser una persona de bendición. V 7 “Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;
El que no da buen fruto es desechado. V 8 “pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.” una persona que no produce es una persona inútil y en lugar de ayudar estorba.
Una persona que no da fruto es como si estuviera muerta. Judas 12 “Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
Si quieres tener éxito en lo que haces busca personas que den fruto, que luchen a tu lado por el mismo ideal.  En el mundo se dice, lo que no sirve estorba. Mateo 3: 10 “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
Dios nunca se olvida de nuestro trabajo en la obra. V 9- 10 “Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.
10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún
.” si le servimos con amor tendremos salvación y vida eterna pero también tendremos recompensa en esta tierra.
Para lograr ser unas personas de éxito necesitamos:
1. Luchar hasta el final con las mismas ganas que al comienzo. V 11 “Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,” hay personas que comienzan algo con mucha emoción pero con el tiempo van mermando, se van desanimando, esto hace que nunca consigan algo.
2. Desechar la pereza. V 12 “a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” la pereza es la causante de que tanta gente viva sumido en la mediocridad.
3. Esperar con paciencia, las cosas no se las consigue de la noche a la mañana. V 15 “Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.

Dios nos hizo para triunfar pero es necesario que nos esforcemos y luchemos con determinación. Solo los que se esfuerzan logran conquistar sus sueños o propósitos. Esfuérzate y pronto lo lograras.


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