Los seres humanos estamos acostumbrados
a pedir, a recibir y no al dar.
Si a una persona que acude a una
reunión y le dicen que tiene que dar una contribución entre 100 pesos o 1.000. La persona escoge dar cien, pero si
en seguida le dicen que es voluntario entonces guarda sus cien y decide no dar
nada.
A
muchos les gusta vivir del mínimo esfuerzo. Queremos grandes resultados con
pequeños esfuerzos. Queremos grandes respuestas de parte de Dios con mínimas
oraciones de nuestra parte.
Hacemos una oración de a peso y
exigimos respuestas de a millón. Los de Corinto se habían propuesto contribuir
económicamente tal vez motivados por lo que hacían los de macedonia. 2
Corintios 8: 1-2 “Asimismo,
hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de
Macedonia; 8:2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su
gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.”
El tener un corazón dadivoso o
tacaño muchas veces hace parte de la cultura de ciertas regiones. El ser tacaño
o dadivoso es algo que se aprende. 9: 2 “pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío
entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro
celo ha estimulado a la mayoría.” Que enseñas a tus hijos a ser ¿generosos
o dadivosos? eso depende de ti.
La tacañería genera pobreza. Proverbios
11: 24-25 “Hay
quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo
que es justo, pero vienen a pobreza. 11:25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él
también será saciado.”
Jesucristo vino para enseñarnos que
a través de la generosidad es cómo podemos vivir en paz. 8: 9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”
La verdadera felicidad consiste en
dar más que en recibir. Hechos 20: 35 “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a
los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir” y no solo en lo material. Tenemos
que aprender a dar amor, abrazos, caricias. No seas tacaño una sonrisa no
cuesta nada pero enriquece mucho.
Los de Corinto habían prometido dar
una ayuda pero a pablo le preocupaba el hecho de que ellos no estuvieran
preparados y por esta razón podrían quedar mal. 2 Corintios 9: 3-4 “Pero he enviado a los hermanos, para
que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para que como lo
he dicho, estéis preparados; 9:4 no sea que si vinieren conmigo algunos
macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no
decir vosotros, de esta nuestra confianza.”
Lo que nosotros hemos prometido sea
algo material o afectivo debemos darlo de corazón y no obligado por los demás,
ni por las circunstancias en las que estemos viviendo. V 5 “Por tanto, tuve por necesario exhortar
a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra
generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como
de exigencia nuestra.”
La mejor manera de aprender a ser
dadivoso es entendiendo que todo lo que hagamos genera consecuencias negativas
o positivas, todo depende de lo que hagamos. V 6 “Pero esto digo: El que siembra
escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará.” Lo que siembres debe estar determinado por el que y
cuanto quieres recibir mas adelante.
La única forma de vivir en
felicidad es haciendo las cosas con alegría, eso hace parte de la siembra, los
que conocen del arte de sembrar flores afirman que si el sembrador prepara un
ambiente agradable, les habla a las flores con amor, ellas responderán con
mejores frutos. Si tu siembra con alegría la cosecha será excelente. V 7 “Cada uno dé como propuso en su corazón:
no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”
Si tú te propones dar y no tienes
que. Dios te da la semilla para que lo puedas hacer. V 8 “Y poderoso es Dios para hacer que
abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las
cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” si
estando en escases en tu corazón nace el deseo darle un mercado a alguien Dios
te va a dar no solo para que des, te dará de tal manera que te sobrara para que
tú puedas vivir bien.
Recuerda Dios trabaja a partir de
tu deseo, si tu deseo es ayudar y sobre todo en la obra de Jesucristo, el será quien
te provea de lo que necesitas.
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