Los problemas son normales en la
vida de cualquier persona. Es más Jesucristo tampoco nos dice que por el hecho
de ser cristianos ya estamos libres de problemas.
El no quiere engañarnos el nos dice
que mientras estemos en este mundo tendremos dificultades. Juan 16: 33 “Estas
cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Que
Jesucristo haya vencido al mundo no significa que ya nosotros no tenemos que
hacer nada, lo que significa es que así como el pudo vencer siendo humano,
también nosotros lo podemos lograr.
La iglesia de Corinto era una
iglesia que sufría de muchos males, tenían su mirada en los hombres, dejaron
que el pecado entrara a su iglesia y ahora tenían otro problema y es que no
tenían la capacidad de solucionar sus problemas al interior de la congregación
y acudían a otras personas extrañas. V 1 “¿Osa
alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los
injustos, y no delante de los santos?”
Los cristianos tenemos que ser
ejemplo de orden y de amor, la falta de amor hace que no nos importe dejar en
vergüenza a nuestros hermanos. V 2 “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el
mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy
pequeñas?”
En las iglesias hay personas que se
demandan entre ellos, y lo más triste es que muchos pastores asalariados que solo
les interesa el sueldo demandan a sus iglesias por indemnizaciones laborales
como cualquier persona del mundo, demostrando con esto su falta de amor por la
obra de Jesucristo.
La mayoría de los conflictos que se
viven en los hogares es porque sus integrantes andan contando a todo el mundo acerca
de sus problemas conyugales o problemas con los hijos o los padres.
La verdadera solución está en no
tener pleitos, tenemos que aprender a poner la otra mejilla, el tener pleitos
entre hermanos ya es un pecado. V 7 “Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis
pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué
no sufrís más bien el ser defraudados?” tenemos que trabajar más en la
tolerancia.
No es bueno tener pleitos, pero si
los llegamos a tener debemos buscar la solución entre los mismos implicados con
la participación de alguien de la iglesia o de la familia si el pleito es en la
familia. V 5 “Para
avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar entre sus hermanos?”
Debemos dejarnos guiar por el
espíritu santo, el nos enseña a perdonar y a dar otra oportunidad a los demás, así
como Cristo nos la dio a nosotros. V 11 “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis
sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y
por el Espíritu de nuestro Dios.”
Siempre recuerda que todo podemos
hacer, podemos ser muy sinceros y hablar la verdad pero el ser sinceros no
significa que tengamos que herir a los demás. Hay quienes dicen que no tienen
pelos en la lengua para hablar y es verdad no tienen pelos pero parece que
tienen cuchillas. V 12 “Todas
las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.”
La ropa sucia se lava en casa, si
tienes problemas en la iglesia no lo hagas saber a todo el mundo de esta manera
en lugar de acercar personas a la iglesia lo único que haces alejarlas de Cristo.
Si tienes problemas en tu casa
busca solucionarlo al interior de la misma, muchas personas de afuera en lugar
de ayudarte se alegran de lo que te esta pasando. Busca a personas sabias de la
iglesia o de tu casa. Y sobre todo busca a Dios a través de la oración y la
palabra el tiene la solución a tu problema.
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