jueves, marzo 21, 2013

El deseo de Dios. Lucas 13.


El deseo de Dios es que todos seamos salvos. 1 Timoteo 2: 3-4 “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 
2:4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Como todo buen padre Dios no nos quiere castigar   el quiere es que cambiemos nuestra manera de vivir, que es en lo que consiste el arrepentimiento. Dios no quiere castigarnos. Ezequiel 33: 11 “Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

Lo que Dios desea para nosotros es el bien. Jeremías 29: 11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
El arrepentimiento no solo es para los no creyentes, todos debemos arrepentirnos de manera diaria no importa cuantos años tengamos de cristianos. 2-3 “Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? 
13:3 
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
Debemos arrepentirnos por no dar frutos, sea en lo espiritual como en lo secular, como padres, como hijos, como estudiantes, no importa qué actividad desempeños, es necesario que aprendamos a dar fruto. V 6-7   ”Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.  13:7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
El reino de Dios y todo lo que queremos conseguir es de manera gradual. Es necesario ir de lo mejor a lo excelente. Lo importante es que cada día tenemos que luchar por ser los mejores. V 19 “Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
Nosotros podemos hacer algo grande, podemos hacer realidad el deseo de Dios; a lo mejor usted se preguntara pero como nosotros simples mortales le podemos cumplir un deseo a Dios. Lo hacemos cuando evangelizamos o competimos de las maravillas de Jehová. El deseo de Dios es que todo el mundo se salve y si nosotros logramos que la gente se convierta a Cristo, estamos cumpliendo el deseo de Dios.
El mundo no quiere que ayudemos a Jesucristo a cumplir su deseo, por eso quiere confundirnos con falsas doctrinas o enseñanzas.  Mateo 16: 12 “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
Así como las falsas enseñanzas pueden ser como la levadura que son hongos que se reproducen rápidamente contaminándolo todo, también la verdad del evangelio debe ser como la levadura algo que tiene que reproducirse rápidamente e invadir al mundo. Lucas 13: 20-21 “Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?  13:21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.
Aunque el deseo de Dios es que todos seamos salvos, la verdad es que solo unos cuantos lo lograran, ya que esto es nuestra decisión, la salvación requiere de esfuerzo, compromiso y sobre todo estar dispuestos a dejar muchas cosas que nos impiden entrar por el camino estrecho. V 23-24  “Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 
13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán
Debemos de entrar al reino de los cielos mientras todavía se pueda, llegara un día que el tiempo de la gracia terminara. V 25 “Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
El reino de los cielos no se lo gana por antigüedad, puede ser que una persona haya recibido a Cristo hace muchos años esto no le garantiza su salvación, puede alguien recibir a Cristo hace muy poquito y lograr su salvación. V 30 “Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.
Escoger el camino estrecho es esforzarse por conocer la verdad y sobre todo hacer que otros también la conozcan, si tú decides entrar por el camino estrecho, vas a encontrar oposición. Pero es tu decisión continuar o no. V 31-32 “Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. 
13:32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.
Un padre de familia desea que todos sus hijos sean profesionales, pero eso depende de ellos, si no quieren estudiar de nada sirve el deseo de su padre.
Lo mismo sucede en lo espiritual. Dios quiere que todos seamos salvos pero el serlos o no es nuestra decisión.



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