No importa cuántos recursos tengas,
si no sabes cómo utilizarlos nunca será suficiente.
Lo importante no es cuanto tienes,
sino que haces con lo que tienes. Hay gente que con poco hace mucho y hay otros
que con mucho hacen poco.
En la crisis económica que está
pasando el mundo, es muy común encontrar personas que creen que la solución a
todos sus problemas esta en el dinero.
Pero
la verdad es otra, podemos ver gente que tiene mucho dinero pero no es feliz.
También podemos darnos cuenta que
hay otras personas que ganan muy poquito dinero, pero han aprendido a ser
felices.
Jesucristo se encontraba rodeado de
miles de personas a quienes les estaba enseñando sobre la hipocresía. V 1 “En esto, juntándose por millares la
multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus
discípulos, primeramente: Guardaos
de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.”
Pero no falto el despistado que no
sabía que es lo que estaba haciendo ahí y lógicamente salió con una pregunta
fuera de contexto con relación a lo que Jesús estaba enseñando. V 13 “Le dijo uno de la multitud: Maestro, di
a mi hermano que parta conmigo la herencia.”
Hoy en día sucede lo mismo, Jesús
quiere que los cristianos nos congreguemos por amor, el verdadero culto para Dios
es cuando nos entregamos en sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” pero no
falta el que solo se congrega para pedir milagros, sin importarle la enseñanza
que Jesús está dando a través del pastor o de la persona que esta predicando.
Es obvio que a Jesús le molesto,
por eso su respuesta un tanto seca, y su expresión “hombre” Lucas 12: 14 “Mas él le dijo: Hombre,
¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?”
El problema es que nosotros los
hombres antes de tener verdaderamente a Jesús en nuestro corazón, solo lo vemos
como alguien que puede ponernos a vivir de la manera más cómoda aquí en la
tierra, creemos que la buena vida solo depende del dinero. V 15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda
avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes
que posee”
El dinero no es malo, lo malo es el
exceso de amor al dinero. 1 Timoteo 6: 10 “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores.”
De qué sirve el dinero si no se lo
puede disfrutar de manera sana con la familia. El dinero debe existir para el
hombre y no el hombre para el dinero.
Hay muchas personas que se pasan la
vida almacenando dinero, lo cuidan como a su vida mientras su propia familia
pasa necesidades.
Jesús le enseña con una historia de alguien que solo vivía en
función del dinero, y para el no existía nada más. V 16-17 “También les refirió una parábola,
diciendo: La
heredad de un hombre rico había producido mucho. 12:17 Y él pensaba dentro de
sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?”
Este hombre rico creía que con el
dinero podría vivir mucho tiempo feliz, solo pensaba en su propio bienestar. V
18 -19 “Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los
edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma,
muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe,
regocíjate.”
Nadie sabe cuándo va a morir, tal
vez este es el último día de vida. V 20-21 “Pero Dios le dijo: Necio,
esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será?
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. ”
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. ”
La vida es mucho más que dinero,
disfruta el tesoro más grande que tienes. Dios y tu familia. V 22-23 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo:
No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
12:23 La
vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.”
Disfruta el hoy con tu familia, no
dejes que tu dinero sea inútil, recuerda el dicho popular. “no hay entierro con
trasteo”