Jesucristo está buscando verdaderos
adoradores en espíritu y en verdad. Juan 4: 23-24 “Mas
la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. 4:24 Dios
es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren.”
Adoración
es la máxima expresión de amor. Adorar es amar por sobre todas las cosas. Y
Dios mismo nos dice cómo es que él quiere que lo amemos.
Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Los jóvenes que no aman a sus
novias y que solo quieren obtener placer a través de ellas, se la pasan
exigiéndoles la pruebita de amor, que no es más que exigirles una señal de su
amor. Para una señorita que se valora a si misma esto es un verdadero insulto
suficiente motivo para terminar esa relación.
Dios es un ser poderoso a quien
tenemos que honrarlo y temerle. Deuteronomio 6: 13 “A Jehová tu Dios temerás, y a él solo
servirás, y por su nombre jurarás.” Dios es un Dios temible. Salmo
96: 4 “Porque
grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Temible sobre todos los dioses.”
Jehová Dios le ha dado toda
potestad a su hijo Jesucristo, por lo que le debemos todo honor y toda honra y
a demás le debemos temer. Mateo 28: 18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra.”
A Jesucristo le molesto en gran
manera que lo buscaran solo para pedir una señal, el es Dios soberano y no
necesita que lo pongamos a prueba. Marcos 16: 4 “La generación mala
y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta
Jonás. Y dejándolos, se fue.”
Al verdadero discípulo de Jesús le basta
con saber que Jesús resucito entre los muertos, los milagros solo son
añadidura. Mateo 12: 40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del
gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón
de la tierra tres días y tres noches.”
Lo que convenció al pueblo de Nínive
no fueron los milagros, fue la palabra lo que hizo que este pueblo se
arrepintiera y cambiara. Jonás 3: 4-5 “Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y
predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.
3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.”
3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.”
Un verdadero cristiano no debe
buscar a Dios solo por un milagro, un verdadero cristiano de buscar a Dios por
su palabra, es la palabra la que transforma la vida de un hombre. Hay muchos
que se llaman cristianos que han recibido muchos milagros pero su vida sigue
siendo igual de inmunda.
Las malas amistades muchas veces corrompen
nuestro verdadero amor, sea para Dios o para nuestra familia. Mateo 16: 12 “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen
de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.”
Hay buenos amigos que tal vez
quieren lo mejor para nosotros, pero el desconocer nuestro propósito, terminan dándonos
consejos que no nos conviene. V 22 “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle,
diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.”
Solo si sabemos lo que queremos
podremos rechazar las malas influencias. V 23 “Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de
delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas
de Dios, sino en las de los hombres.”
El verdadero amor cuesta. Jesús sabía
muy bien lo que tenía que pagar para salvar a la humanidad, lo único que le daría
valor y fuerza seria el amor por el pueblo. V 21 “Desde entonces comenzó Jesús a declarar
a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los
ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día.” Que estas dispuesto a sacrificar para recuperar tu
familia, o para hacer de tu hogar un hogar maravilloso.
En el verdadero amor el perder es
ganar y el dar es recibir. V 25 “Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará.”
Solo cuando amamos estamos dispuestos a dar más que a recibir.
¿Qué tanto amas a Cristo o a tu familia?