Dios es un Dios de excelencia. Hace
y exige que cada día las cosas sean mejores.
La única forma de llegar a tener
una vida de excelencia es a través de los demás.
Nadie puede llegar al éxito solo,
es necesario trabajar en equipo.
Como
saber si esa persona me va ayudar a conseguir el éxito, o por lo contrario me
puede llevar al fracaso. De las personas con quien andemos depende nuestro éxito
o nuestro fracaso.
Jesucristo nos da una regla infalible
para poder saber quien si me puede ayudar a conseguir lo que deseo. ¡Por los frutos los conoceréis! V 20 “Así
que, por sus frutos los conoceréis.”
La razón de esta regla es muy
sencilla. V 17 “Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el
árbol malo da frutos malos.” Cada quien da de lo que tiene o de lo que es. Esta
regla es válida en lo espiritual y en lo secular. A un buen cristiano o a un
buen individuo se lo conoce por lo que hace, por sus frutos. Si quieres saber cómo
será tu novio como esposo, mira con cuidado como es el en la casa con su
familia. El matrimonio no es mágico el no va a cambiar de la noche a la mañana,
como es el con su familia lo será contigo.
Antes de escoger a tus amigos mira
como son ellos que fruto tienen, todos damos frutos sean buenos o malos.
El dar fruto es una orden. Juan 15:
16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a
vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Dependiendo de lo que tu estas
buscando para tu vida, es decir dependiendo de qué propósitos tienes para tu
futuro. Deberías incluir o excluir personas como tus amigos. Esto no es discriminar.
Todos pueden ser mis conocidos con quien convivo, pero amigos solo los que me
pueden llevar por el camino correcto, los que quieren mí bien.
En lo espiritual eso es lo que
ocurre el que no da buen fruto es desechado de la presencia de Dios. V 19 “Todo
árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.”
El dar frutos es todo un proceso,
es por eso que un recién convertido no puede mostrar frutos para dirigir al
pueblo de Dios. 1 Timoteo 3: 10 “Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces
ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.”
En lo secular sucede lo mismo, no
podemos decir que conocemos a alguien si primero no conocemos sus frutos.
El verdadero arrepentimiento se lo
conoce por los frutos. Mateo 3: 8 “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,”
En lo espiritual el fruto es la
santificación que nos lleva a la salvación. Romanos 6: 22 “Mas ahora que habéis sido libertados
del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación,
y como fin, la vida eterna.”
Es imposible que un buen árbol de
mal fruto. V 18 “No
puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo
dar frutos buenos.” Es imposible que un cristiano verdadero de mal fruto.
Podemos dar buenos frutos si:
1. Tomamos la decisión de dar buen
fruto. Yo tomo la decisión y Jesucristo
hace el resto. El nos ayuda. A esto le llamamos tener dominio propio. 2 Timoteo
1: 7 “Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.”
2. Estar cerca de Jesucristo. Juan
15: 5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.” La única forma de estar cerca de Jesús es:
1. En Oración:
entre mas contacto tenga con Jesús, menos contacto tengo con las cosas que dan
mal fruto.
2. En
palabra. Si en mi mente está la palabra de Dios, no le voy a dar cabida a
pensamientos que generan malos frutos
3. Involucrándome.
Entre más ocupado este en la obra de Dios, menos tiempo tendré para maquinar
cosas que dañan mi fruto.
Loa malos frutos provienen de los
deseos de la carne. Gálatas 5: 19 -21“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, 5:20 idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 5:21 envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las
cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios.”
Los buenos frutos provienen del
espíritu santo. Gálatas 5: 22 – 23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley.”
El dar o no dar buenos frutos es tu
decisión