martes, enero 29, 2013

El mal de la Ansiedad. Mateo 6


Todos pasamos por situaciones difíciles en la vida. Nuestra reacción a estas situaciones es diferente. Algunas personas experimentan cambios en su estado de ánimo o mental, uno de estos cambios puede ser la ansiedad.
Haz sentido alguna vez que no puedes estar quieto(a) tienes que hacer algo, no lo terminas y ya quieres estar haciendo otra cosa, te es difícil concentrarte, no hay quietud etc. Esto es ansiedad. La ansiedad en muchos casos no llega sola pues puede general mal humor (enojo).

¿Cómo sabes si tienes ansiedad y enojo?
Los síntomas de la ansiedad incluyen: algunas situaciones que te producen rigidez en el cuerpo, el corazón te duele, las palpitaciones aumentan, la respiración es rápida o hay taquicardia, nerviosismo, inquietud, sudoración, etc. La ansiedad causa sufrimiento tanto físico como emocional. La ansiedad más leve se caracteriza por síntomas como estado de agitación, inquietud angustia y zozobra.
Que es la ansiedad
La palabra ansiedad viene del latín anxiestas que significa angustia, aflicción. Es un estado por el cual se pasa cuando ciertos factores nos alteran como el estrés, los problemas de la vida cotidiana o cuando pasamos por situaciones muy difíciles. 
Cuando estamos ansiosos no somos personas productivas no rendimos en el trabajo o en los estudios y tendemos a arruinar las relaciones interpersonales.
La ansiedad no es la enfermedad del momento como dicen algunos, esto ya existía desde mucho tiempo a otras. Por eso Cristo n os habla al respecto. La ansiedad puede causarte daño a ti y a los demás.
Que hacer para combatir la ansiedad:
1. Valora lo que tienes. Tu cuerpo tu vida. V 25 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” la ansiedad comienza cuando no valoras lo que tienes por estar anhelando lo que no tienes.
2. Confia en que para Dios tú eres lo más importante. V 26 “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
3. Ten fe en que Cristo se encarga de ti. V 30 “Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
4. Vive un día a la vez. V 34 “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Esto no quiere decir que no debemos planificar.
La ansiedad se genera por la preocupación. Preocuparse significa. Ocuparse antes de tiempo. PRE- OCUPAERSE.
La ansiedad se genera por el temor de no conseguir lo que queremos, o por saber que lo que estamos haciendo tal vez no está bien.
Para terminar definitivamente con la ansiedad la solución es simple. Lo único que tienes que hacer es:
1. Buscar el reino de Dios. V 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
2. Echar nuestra ansiedad sobre Jesucristo. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

No dejes que la ansiedad te domine, acércate a Jesucristo el es la solución.




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