Todos pasamos por situaciones difíciles en la
vida. Nuestra reacción a estas situaciones es diferente. Algunas personas
experimentan cambios en su estado de ánimo o mental, uno de estos cambios puede
ser la ansiedad.
Haz sentido alguna vez que no puedes estar
quieto(a) tienes que hacer algo, no lo terminas y ya quieres estar haciendo
otra cosa, te es difícil concentrarte, no hay quietud etc. Esto es ansiedad. La
ansiedad en muchos casos no llega sola pues puede general mal humor (enojo).
¿Cómo
sabes si tienes ansiedad y enojo?
Los síntomas de la ansiedad incluyen: algunas
situaciones que te producen rigidez en el cuerpo, el corazón te duele, las
palpitaciones aumentan, la respiración es rápida o hay taquicardia, nerviosismo,
inquietud, sudoración, etc. La ansiedad causa sufrimiento tanto físico como
emocional. La ansiedad más leve se caracteriza por síntomas como estado de
agitación, inquietud angustia y zozobra.
Que
es la ansiedad
La palabra ansiedad viene del latín anxiestas que
significa angustia, aflicción. Es un estado por el cual se pasa cuando ciertos
factores nos alteran como el estrés, los problemas de la vida cotidiana o
cuando pasamos por situaciones muy difíciles.
Cuando estamos ansiosos no somos personas productivas
no rendimos en el trabajo o en los estudios y tendemos a arruinar las
relaciones interpersonales.
La ansiedad no es la enfermedad del momento como
dicen algunos, esto ya existía desde mucho tiempo a otras. Por eso Cristo n os
habla al respecto. La ansiedad puede causarte daño a ti y a los demás.
Que hacer para combatir la ansiedad:
1. Valora lo que tienes. Tu cuerpo tu vida. V 25 “Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis
de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que
el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” la ansiedad comienza cuando no valoras lo que
tienes por estar anhelando lo que no tienes.
2. Confia en que para Dios tú eres lo más
importante. V 26 “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No
valéis vosotros mucho más que ellas?”
3. Ten fe en que Cristo se encarga de ti. V 30 “Y
si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste
así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?”
4. Vive un día a la vez. V 34 “Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio mal.”
Esto no quiere decir que no debemos planificar.
La ansiedad se genera por la preocupación. Preocuparse significa.
Ocuparse antes de tiempo. PRE- OCUPAERSE.
La ansiedad se genera por el temor de no conseguir lo que queremos,
o por saber que lo que estamos haciendo tal vez no está bien.
Para terminar definitivamente con la ansiedad la solución es
simple. Lo único que tienes que hacer es:
1. Buscar el reino de Dios. V 33 “Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.”
2. Echar nuestra ansiedad sobre Jesucristo. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque
él tiene cuidado de vosotros.”
No dejes que la ansiedad te domine, acércate
a Jesucristo el es la solución.