El tema del dinero, es un tema
que durante muchos años ha sido objeto de diversas posiciones de estudio y de
diversas aplicaciones dentro del cristianismo. Desde milenios pasados, el dinero vino a ser primordial para
el desarrollo económico de las sociedades y por ende de los individuos; así
como para otras actividades.
¿Es pecado tener dinero?
Es importante entender que Dios es el dueño de
todas las cosas que están en el cielo y en la tierra y que debemos reclamar
esta verdad con nuestra actitud hacia el dinero (las riquezas).
1 Crónicas 29:11-12. “Tuya es, oh Jehová, la
magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo oh Jehová,
es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria
proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder,
y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos”
La Palabra de Dios es clara,
Dios es el dueño absoluto de todas las cosas que están en la tierra y eso
incluye el dinero. ..... Hageo 2:8. “Mía él la plata y mío es el oro, dice
Jehová de los ejércitos...”
En sí, tenemos que dejar bien
claro que tener estas cosas no es malo, no hay nada de malo en pedirle a Dios y
trabajar para mejorar nuestra condición de vida y la de nuestra familia.
Lo malo del dinero y de las cosas materiales serán siempre nuestras actitudes y
motivaciones incorrectas hacia ellas.
2 Timoteo 6:10 “....Porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de
muchos dolores”
En este mundo el
dinero da poder, Dios no está en contra de eso, porque es algo inevitable, lo que a Dios le molesta es que
el hombre utilice ese poder para aprovecharse de los demás y maquinar maldad en
su corazón. Miqueas 2: 1 “¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el
mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!”
El exceso de poder
origina codicia en el corazón del hombre y esto hace que se convierta en un
malvado. V 2 “Codician
las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su
casa, al hombre y a su heredad.”
Dios permite el mal
para los que no saben manejar el dinero y el poder. V 3 “Por tanto, así ha dicho Jehová: He
aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros
cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.”
No permitas que el
poder del dinero dañe tu corazón porque lo puedes perder todo. V 4 “En aquel tiempo levantarán sobre
vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos
destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros
campos! Los dio y los repartió a otros.”
La codicia y el exceso
de amor al dinero nos convierten en enemigos de Dios. V 8 “El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de
sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como
adversarios de guerra.”
Utiliza el dinero y
el poder que Dios te da para ayudar en la obra de salvación y a los más
necesitados económicamente.
Haz que tu dinero,
es decir el dinero que Dios te dio sea útil para la obra de Jehová.