viernes, noviembre 09, 2012

Una vida en sacrificio. Ezequiel 46


Sacrificio es el ofrecimiento que se hace a un dios para agradarlo, en señal de obediencia o para pedir su favor.
Acción que desagrada o no se desea hacer, pero que se hace por obligación, necesidad. Algo que cuesta o causa dolor hacerlo.
La ofrenda tenía que ser quemada, pero no porque Dios sea un pirómano.  Cuando algo se quema sale su olor, lo que a Dios le agrada es el olor de la ofrenda o el sacrificio.

Éxodo 29: 18 “Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a Jehová.
En la antigüedad se exigía que se sacrificara animales, con Jesucristo la ley cambia no es que no se nos exija sacrificios, igual estamos obligados a presentar un sacrificio con el fin de agradar a Jehová, solo que el único sacrificio que Dios acepta es nuestro cuerpo. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Ahora nosotros somos ese olor agradable para Dios, y Jesucristo nos dio ejemplo de ello. Efesios 5: 2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
A través de la Adoración y la alabanza podemos ofrecerle sacrificio a Dios. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” Salmo 107: 22 “Ofrezcan sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.
Ofrecerle nuestro cuerpo es quitar de nosotros todas aquellas cosas que nos contamina y que a Dios no le agrada. Malgenio, adicciones, pereza. Etc.
Si a ti te cuesta levantarte a la madrugada para adorarle a Dios eres el candidato ideal para ser un buen adorador. Entre más grande sea el esfuerzo que tengamos que hacer mas olor agradable expedimos para Dios. 2 Samuel 24: 24 “Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña. 24:23 Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.  24:24 Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
El ofrecernos en sacrificio no es algo de un solo día, todos los días debemos ofrecernos a  Dios y alabarle de corazón. Ezequiel 46: “Y ofrecerás en sacrificio a Jehová cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto; cada mañana lo sacrificarás.  46:14 Y con él harás todas las mañanas ofrenda de la sexta parte de un efa, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina; ofrenda para Jehová continuamente, por estatuto perpetuo.
El darnos en sacrificio es algo que le agrada a Dios y nos beneficia a  nosotros. Job 8: 5-7 “Si tú de mañana buscares a Dios,  Y rogares al Todopoderoso;  8:6 Si fueres limpio y recto, 
Ciertamente luego se despertará por ti,  Y hará próspera la morada de tu justicia. 8:7 Y aunque tu principio haya sido pequeño,  Tu postrer estado será muy grande.
Dios lo dio todo por ti y por mí, entrego en sacrificio la vida de su propio hijo por salvarnos. Romanos 8: 32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Que estas dispuesto a sacrificar o a dar por él, ¿qué tal si empezamos ofreciendo esa pereza que impide que le sirvamos como él se lo merece? Bueno eso es algo que solo tú lo sabes.



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