Sacrificio es el ofrecimiento que se hace a un
dios para agradarlo, en señal de obediencia o para pedir su favor.
Acción que desagrada o no se desea hacer, pero
que se hace por obligación, necesidad. Algo
que cuesta o causa dolor hacerlo.
La ofrenda tenía que ser quemada, pero no porque Dios sea un pirómano. Cuando algo se quema sale su olor, lo que a Dios
le agrada es el olor de la ofrenda o el sacrificio.
Éxodo 29: 18 “Y quemarás todo el carnero sobre el
altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a Jehová.”
En la antigüedad se exigía que se
sacrificara animales, con Jesucristo la ley cambia no es que no se nos exija
sacrificios, igual estamos obligados a presentar un sacrificio con el fin de
agradar a Jehová, solo que el único sacrificio que Dios acepta es nuestro
cuerpo. Romanos 12: 1 “Así
que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.”
Ahora nosotros somos ese olor
agradable para Dios, y Jesucristo nos dio ejemplo de ello. Efesios 5: 2 “Y andad en amor, como también Cristo
nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en
olor fragante.”
A través de la Adoración y la
alabanza podemos ofrecerle sacrificio a Dios. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por
medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su
nombre.” Salmo 107:
22 “Ofrezcan
sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.”
Ofrecerle nuestro cuerpo es quitar
de nosotros todas aquellas cosas que nos contamina y que a Dios no le agrada. Malgenio,
adicciones, pereza. Etc.
Si a ti te cuesta levantarte a la
madrugada para adorarle a Dios eres el candidato ideal para ser un buen adorador.
Entre más grande sea el esfuerzo que tengamos que hacer mas olor agradable expedimos
para Dios. 2 Samuel 24: 24 “Y
Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere;
he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para
leña. 24:23 Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al
rey: Jehová tu Dios te sea propicio. 24:24 Y el rey dijo a Arauna:
No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios
holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes
por cincuenta siclos de plata.”
El ofrecernos en sacrificio no es
algo de un solo día, todos los días debemos ofrecernos a Dios y alabarle de corazón. Ezequiel 46: “Y ofrecerás en sacrificio a Jehová cada
día en holocausto un cordero de un año sin defecto; cada mañana lo
sacrificarás. 46:14 Y con él harás todas las mañanas ofrenda de la
sexta parte de un efa, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con
la flor de harina; ofrenda para Jehová continuamente, por estatuto perpetuo.”
El darnos en sacrificio es algo que
le agrada a Dios y nos beneficia a nosotros.
Job 8: 5-7 “Si tú de
mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; 8:6
Si fueres limpio y recto,
Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. 8:7 Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.”
Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. 8:7 Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.”
Dios lo dio todo por ti y por mí,
entrego en sacrificio la vida de su propio hijo por salvarnos. Romanos 8: 32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas?”
Que estas dispuesto a sacrificar o a
dar por él, ¿qué tal si empezamos ofreciendo esa pereza que impide que le
sirvamos como él se lo merece? Bueno eso es algo que solo tú lo sabes.
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