El libro de los Hechos de los Apóstoles narra la historia de la iglesia cristiana primitiva justo después de la muerte y resurrección de Jesús. En este contexto, el versículo 20:34 de Hechos se encuentra dentro del discurso de despedida de Pablo a los líderes de la iglesia de Éfeso. Pablo les recuerda que, durante su tiempo con ellos, siempre les ha mostrado el ejemplo de trabajar arduamente y cuidar de sus necesidades por sus propios medios, sin depender de ellos para nada.
Pablo les
en seña que el servirle a Jesucristo debe ser de manera libre y sin codicia. V 33
“Ni plata ni oro ni vestido
de nadie he codiciado.”
Este
versículo es una poderosa reflexión sobre la importancia del trabajo y la
autosuficiencia. Pablo estaba diciendo que el trabajo manual que había
realizado con sus manos no era algo vergonzoso, sino algo digno de elogio. En
la época en que Pablo vivió, el trabajo manual era considerado como algo para
las personas de baja clase social, pero él no veía las cosas de esa manera. V 34
“Antes vosotros sabéis que
para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me
han servido.”
Este versículo tiene muchas
implicaciones para nuestras vidas. En primer lugar, nos recuerda la importancia
del trabajo y la autosuficiencia. A menudo, esperamos que alguien más nos cuide
o nos provea, pero el trabajo nos permite ser autosuficientes y hacer nuestra
parte para contribuir a la sociedad.
También nos recuerda la importancia
de la responsabilidad personal. Muchas veces, podemos culpar a otros por
nuestras dificultades o problemas, pero es importante asumir la responsabilidad
de nuestras propias vidas y trabajar arduamente para alcanzar nuestras metas. V
35 “En todo os he enseñado
que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras
del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”
Ya que el apóstol pablo se dedica
de tiempo completo a la obra de salvación, les explica que el trabajo manual
que el tiene no es suficiente para su sostenimiento, lo hace mas como para cubrir
sus necesidades básicas y poder de alguna forma distraerse, hoy le podríamos llamar
eran pausas activas que le ayudarían a su salud mental.
Los de corinto eran personas
adineradas pero que tenían problemas con el dar o reconocer el esfuerzo de
pablo, por eso el les dice que de ellos no necesita nada, hay otras iglesias
que le ayudan. 2 corintios 11: 8 “He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a
vosotros.”
Les recuerda a los de corinto que
poco conocían de honra, que mientras estuvo con ellos, los de macedonia eran
quienes lo cuidaban y estaban pendiente de sus necesidades a pesar de que el también
trabajaba. 2 corintios 11: 9 “Y
cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que
me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me
guardé y me guardaré de seros gravoso.”
Servir al estilo Pablo o
desarrollar un cristianismo paulino significa que quienes servimos no lo
hacemos por un salario, servimos por amor a Cristo y si el servicio es de
tiempo completo además de nuestro trabajo, recibimos la ayuda y la bendición de
la Iglesia.
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