En este versículo, encontramos un momento crucial donde un espíritu maligno responde a unos exorcistas judíos que intentaban invocar el nombre de Jesús para expulsar demonios. V 13 “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.”
La respuesta del espíritu es
reveladora y pone de manifiesto dos aspectos fundamentales: el reconocimiento
de la autoridad de Jesús y el conocimiento del apóstol Pablo.
La frase "A Jesús
conozco" indica que el espíritu maligno reconoce la autoridad y el poder
que tiene Jesús sobre el reino espiritual. V 15 “ero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús
conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
Este reconocimiento resalta la
supremacía de Cristo y su dominio sobre las fuerzas del mal. En contraste, la
pregunta "pero vosotros, ¿quiénes sois?" pone de manifiesto la falta
de autoridad y autenticidad de los exorcistas. Este pasaje subraya la
importancia de tener una relación genuina con Cristo y de ser conscientes de
que la simple invocación de su nombre, sin una fe verdadera y una conexión
personal con Él, no tiene poder.
Solo la fe en Jesucristo y la unción
del espíritu santo nos da el poder para enfrentarnos a las tinieblas. Hechos 1:
8 “pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Los exorcistas judíos mencionados en este versículo eran
parte de un grupo que intentaba utilizar la fama y el poder del nombre de Jesús
sin haberlo realmente comprendido o aceptado. Este intento de exorcismo se
convierte en un momento de enseñanza, donde la falta de verdadera fe y relación
con Cristo se pone de manifiesto. La respuesta del espíritu maligno no solo
ridiculiza a los exorcistas, sino que también muestra que aquellos que no
tienen una verdadera conexión con Cristo carecen de la autoridad espiritual
necesaria para enfrentar las fuerzas del mal. V 16 “Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando
sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de
aquella casa desnudos y heridos.”
La reflexión sobre Hechos 19:15 nos invita a considerar
nuestra propia relación con Cristo. Este pasaje nos desafía a preguntarnos si
realmente conocemos a Jesús o si simplemente estamos utilizando su nombre como
una fórmula mágica. En un mundo donde muchas personas buscan poder y autoridad
espiritual, es fundamental recordar que el verdadero poder proviene de una
relación auténtica y personal con Jesucristo. V 19 “Asimismo muchos de los que habían practicado la magia
trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su
precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.”
Además, este versículo nos enseña la importancia de la
autenticidad en nuestra fe. No podemos pretender tener autoridad en el mundo
espiritual si no vivimos de acuerdo con los principios del evangelio y no
tenemos una verdadera relación con Jesús. La historia de los exorcistas no solo
sirve como advertencia, sino también como un recordatorio de que el
conocimiento de Cristo debe ser profundo y transformador.
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