jueves, agosto 14, 2025

Malaquías 4. Hacer el bien o el Mal

 

Cualquiera de las dos decisiones que tomemos determinara nuestra forma y calidad de vida.

Para ayudarnos en la elección correcta podemos tener en cuenta la ley de la siembra y la cosecha, lo que tu siembres es lo que cosecharas. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Hacer el mal no necesariamente tiene que ver con alguien malvado, si tú eres vendedor y por el afán de ganar más dinero recomiendas el producto inapropiado, ya estas haciendo el mal.

Que cosechamos en cualquiera de las dos Decisiones.

1.      Castigo y destrucción para los malvados. Malaquías 4: 1 “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.” Toda persona malvada por lo general siempre termina destruyéndose a sí misma.

2.      Salvación y bendición para los obedientes. V 2 “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada” si hacemos las cosas bien lo más lógico y probable es que las cosas nos salgan bien.

Si queremos una vida de bendición, una vida hermosa debemos acordarnos siempre de la ley de Dios. V 4 “Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.” Las leyes de Jehová y las leyes terrenales no se hicieron para mortificar a la gente, las leyes se hicieron para permitirnos tener muy buena convivencia con los demás y para que lo que hagamos nos salga bien.

Dios nos ama tanto que él quiere evitarnos el castigo. Por esta razón siempre advertía a su pueblo a través de sus profetas. Como Elías.  V 5 “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.”

En los tiempos de Jesús lo hizo a través de Juan. Mateo 17: 10-13 “Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? 17:11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 17:12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. 17:13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.”

En nuestros días Dios sigue advirtiéndonos, a través de su palabra y por medio de los que la predican. Romanos 10: 15 “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”

El propósito de Dios es restaurar la familia, unir a los padres con los hijos, los hijos con los padres y los esposos entre sí. La palabra de Dios tiene poder para hacerlo. V 6 “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Si se restauran las familias, se restaura el mundo. El mundo es el reflejo de lo que son los hogares. Hogares descompuestos, sociedad descompuesta.

Toda acción genera una reacción, todo lo que sembramos es lo que cosecharemos, tu decides como quieres vivir, consecuencias del bien o del Mal.

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