Lo que determina una buena relación con los demás es nuestra actitud. De nuestra actitud depende que los demás nos quieran o nos desprecien. Nuestra actitud delante de Jesucristo es lo que determina que tipo de cristianos somos. No basta con decir que creemos, es necesario demostrarlo con nuestra actitud ya que creer cualquiera puede creer. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”
Como Debe ser nuestra Actitud frente a Dios.
1. De Honra. Salmo 114: 7-8 “A la presencia de
Jehová tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob” el
temblar no es de miedo o símbolo de destrucción, el temblar simboliza respeto.
Jehová de los ejércitos al igual
que cualquier padre nos exige honra. Malaquías 1: 6 “El hijo honra al
padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y
si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh
sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu
nombre?” a Jehová le molestaba que había un número importante de
seguidores pero que ninguno de ellos lo honraba.
Hoy sucede algo parecido los
templos y los coliseos se llenan de personas buscando un milagro lo honran con
los labios, pero su corazón está muy lejos de él. Mateo 15: 8-9 “Este pueblo de labios
me honra; Mas su corazón está lejos de mí, Pues en vano me honran, Enseñando
como doctrinas, mandamientos de hombres.”
2. Con Alabanza. Salmos 148: 14 “Él ha exaltado el
poderío de su pueblo; Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo
a él cercano” alabar es destacar y reconocer las cualidades de alguien
este caso de Jehová y de Jesucristo.
Nuestras oraciones no solo deben
ser para lamentarnos, quejarnos o exigir milagros, la oración es la forma como
nosotros tenemos para expresar nuestro amor a Jesucristo. Que de nuestra boca
no solo salgan palabras de exigencias que también salgan palabras de
agradecimiento.
3. Humillación. Santiago 4: 10 “Humillaos delante del
Señor, y él os exaltará.” el humillarse no es sentirse
menos o el peor de las personas, humillarnos delante de Dios es reconocer que
él es el Dios y no nosotros.
El humillarnos delante de Dios nos
lleva a suplicar y no a exigir, hoy en día muchos cristianos no claman le
exigen, le reclaman milagros. La deshonra es tal que muchos le dan ultimátum le
dicen que si no les concede lo que piden ya no vuelven al templo y que se
regresan al mundo es decir ya no se sabe quién es quién.
4. De Entrega. Debemos entender que
cuando vamos al culto no es para exigir, vamos al templo a entregarnos. Romanos
12: 1 “Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
5. De Compromiso y Servicio.
Deuteronomio 10: 12-13 “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino
que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y
sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los
mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que
tengas prosperidad?” el verdadero cristiano acude a Jesucristo la primera
vez tal vez motivado por una necesidad, pero con el pasar de los días se
congrega motivado por el servicio y el amor a Cristo.
Nuestra actitud ante los demás
determina nuestra buena relación con ellos, nuestra actitud delante de Dios
determina qué clase de cristianos somos. Personas que le honramos o solo
personas que creemos en por el qué hace milagros.