La palabra de Dios no está dirigida a los de afuera, la palabra está dirigida a su pueblo a nosotros el pueblo de Dios nos advierte que el mundo confía en ídolos que para nada sirven. V 4-5 “Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven” Teniendo en cuenta que estamos en este mundo y que muchas veces tendemos a imitar lo que hacen los del mundo, nos recuerda que es en Jehová y en Jesucristo que debemos depositar toda nuestra confianza. V 9-10 “Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo. Casa de Aarón, confiad en Jehová; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo”
Muchos de nosotros los cristianos
ya no tenemos ídolos colgados en la pared, pero es posible que tengamos otro
tipo de ídolos en nuestro corazón.
Que Ídolos debemos Evitar o Sacar de nuestro Corazón.
1. Nosotros Mismos. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la
gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Nuestro
egocentrismo nos puede llevar a crecernos más que los demás desagradando de
esta forma a Jesucristo.
2. El Dinero. 1 Timoteo 6: 10 “porque raíz de todos
los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de
la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” No es malo aspirara a
tener riquezas o tener riquezas, lo malo es que nuestro corazón se deje
contaminar por el dinero. La palabra dice que Jehová es el dueño del oro y de
la plata por lo tanto el mal no está en la plata el mal esta en nuestro corazón
cuando dejamos que el dinero nos domine.
3. Las demás personas llámense:
padres, esposa o esposo, hijos. Etc. Lucas 14: 26 “Si alguno viene a mí,
y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y
aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” aborrecer
no es odiar, aborrecer es amar menos que. Es decir cebemos amar a los demás
pero no más que a Jesucristo.
Cuando hacemos las cosas solo para
agradar a los demás nos convertimos en sus esclavos, el día en que no los
podamos satisfacer nos abandonan. Gálatas 1: 10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los
hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía
agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”
Debemos hacer las cosas, pero de
corazón no esperando recompensa de los hombres, el servir por amor al
reconocimiento o a la fama nos lleva a ser esclavos. La fama puede ser otro
ídolo en nuestro corazón. Colosenses 3: 23-24 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor
recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
4. Los Deportes o cualquier otra
actividad. Jesucristo no está en contra
de que tengamos una vida sana, a él le disgusta que por el deporte dejemos a
Dios, a nuestra familia y a nuestras responsabilidades en segundo lugar. 1
Timoteo 4: 8 “porque
el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo
aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”
5. El Servir a Dios. Hay muchos
siervos de Dios que están tan ocupados sirviendo en la obra que no tienen
tiempo para estar con Dios ni con su familia.
El servir a Dios debe ser un
privilegio y no un escape a los problemas de la casa, muchos jóvenes y aun
adultos tienen tantos problemas en la casa que en el templo encuentran descanso
y se ocultan tras escuchar una hermosa predicación.
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