Todos quienes hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón debemos mantenernos siempre en constante y buena comunicación con el.
David consideraba que tenía una
buena comunicación con Dios, día y noche estaba conectado en oración. V 1- 2 “Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante
de ti. Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor.”
A través de la oración podemos
expresarle a Jesucristo cuanto lo amamos a pesar de las difíciles circunstancias
por las cuales podemos estar pasando.
Las personas que reciben a
Jesucristo en su corazón creyendo que esto les evitara problemas y que su vida
será un remanso de paz son las que viven en constante desanimo.
Un adagio popular dice: el Amor que
se alimenta de regalos, siempre tendrá hambre. Las personas que buscan a Jesús
solo por necesidad siempre tendrán necesidad y si sienten que Jesucristo no los
satisface pronto lo abandonan.
Es natural que cuando llegamos a
los pies de Cristo lo hicimos porque teníamos problemas, lo que no es normal es
que lo sigamos buscando por interés y no porque nos llegamos a enamorar.
Para no desanimarnos de buscar a
Jesucristo debemos entender que, aunque seamos cristianos siempre tendremos
momentos de:
1. Angustia. En algunos momentos
pensamos que nuestra vida solo está llena de males y que nada nos sale bien.
Salmos 88:3 “Porque mi alma está
hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.”
En estos momentos de angustia es
donde debemos acercarnos más a Jesucristo y entregarle a el todas nuestras
cargas. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
2. Momentos sin Fuerzas. V 4 “Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,” es normal que muchas veces nos sintamos cansados y hasta
decepcionados de la vida, Jesucristo mismo tenía momentos donde quería
renunciar, pero inmediatamente volvía a conectarse con su padre en oración y
era fortalecido.
La oración no solo es para pedir o
exigir, la oración es ese momento donde nos conectamos con Jesucristo para
sentir su presencia y todo su amor. No ores solo para exigir, ora para
agradecer y para contarle la situación que estás viviendo, sin entrar en el
campo de las exigencias.
Solo Jesucristo a través de su
palabra y a través de la oración nos puede dar nuevas fuerzas para continuar
luchando. Isaías 40: 31 “pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no
se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
3.Parese que no hay ninguna salida.
V 6 “Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.” Jesucristo es esa luz maravillosa
que nos muestra por donde tenemos que avanzar, recuerda que la palabra de dios
es como nuestra lumbrera al caminar. Salmos 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”
4. Nos sentimos solos. V 8,18 “as alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por
abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir; Has alejado de mí al
amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas” en muchas
ocasiones nos parece que todos nos han abandonado, miramos por todas partes y
nos parece que no hay nadie quien nos pueda ayudar.
En estos momentos de soledad
debemos recordar que Jehová siempre estar con nosotros, no importa si los demás
nos abandonan, en Jesucristo siempre podemos confiar. Salmos 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me
recogerá.”