Cuando nosotros tomamos la decisión de hacernos cristianos lo que en realidad estamos haciendo es permitiéndole que el more en nosotros, que él viva en nuestro corazón.
Lógicamente
cuando nosotros le sedemos una habitación o un lugar para que alguien viva en
ella esa persona puede hacer los cambios que considere necesario para el poder
estar bien en ese lugar.
Nuestro corazón
es una especie de bodega de nuestro ser, en una bodega podemos guardar o almacenar
cosas de valor o cosas inservibles o lo que es peor podemos almacenar basura. Mateo 15: 19 “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos
testimonios, las blasfemias.”
La única
forma para que nosotros tengamos un cambio radical en nuestra vida es si
Jesucristo esta en nosotros, al igual que Jehová está en Cristo. Juan 17: 23 “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los
has amado a ellos como también a mí me has amado”
Por lo tanto,
hablar de recibir a Jesucristo en nuestro corazón tiene que ser más que una
simple frase de cajón o una simple repetición de una Oración inducida por
alguien.
Que sucede si Cristo está en Nosotros.
1. Causa
alegría. V 9 “Alégrate mucho,
hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a
ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino
hijo de asna” el recibir a Jesucristo en nuestro corazón debe ser
un motivo de alegría por eso debe ser un acto voluntario.
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1.1. Saber que Jesucristo es un
Dios Justo y humilde nos debe causar alegría. Esto no quiere decir que nunca
podemos estar tristes, si jesucristo esta en nosotros odemos vivir bien aun en
los momentos de aflicción.
2. Trae Paz
a nuestra Vida. V 10 “Y de
Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra
serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar,
y desde el río hasta los fines de la tierra” la
verdadera paz no es quietud o estar libres de todo tipo de problemas. La
verdadera paz es no permitir que los problemas nos impidan avanzar.
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2.1. La paz de Dios es algo
incomprensible para el hombre, sobrepasa todo entendimiento humano. Filipenses
4: 7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús.”
3. Nos da
Salvación. V 11 “Y tú
también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la
cisterna en que no hay agua” el recibir a Cristo en nuestro
corazón nos debe dar total seguridad de que ahora somos salvos.
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3.1. El saber que somos Salvos nos
permite actuar con libertad. El diablo nos tenía esclavos de nuestros temores y
prejuicios.
4. Somos
Restaurados. 12 “Volveos a la
fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os
restauraré el doble.” por muchas imperfecciones que
hayamos tenido Jesucristo nos vuelve hacer.
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4. Somos hechos nuevos, lo viejo
que representaba nuestros temores o prejuicios quedan atrás. 2 Corintios 5: 17
“De modo que, si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas”
5.
Tendremos el amparo o la protección de Jehová. 15 “Jehová de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y
hollarán las piedras de la honda, y beberán, y harán estrépito como tomados de
vino; y se llenarán como tazón, o como cuernos del altar”
toda persona que haya recibido a Cristo en su Corazón debe estar completamente
seguro que ahora cuenta con la protección de Dios.
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5.1. Sobreprotección es muy
diferente a Protección. La verdadera protección consiste en entrenar a alguien
para que logre lo que quiere. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien
adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra”
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5.2. Acompañamiento. Jehová no nos evita los inconvenientes,
pero si nos promete estar con nosotros para fortalecernos. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré
contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te
quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Recibir a
Cristo en nuestro corazón es mucho más que tan solo repetir una oración,
recibir a Cristo en nuestro Corazón es permitirle que él viva en nosotros para
que dirija nuestra vida como él quiere y no como nosotros queremos.