El progreso o el fracaso de una sociedad, una familia o cualquier otro grupo incluyendo los grupos cristianos depende en gran manera de los lideres quienes los guían.
Un líder no
es más que un guía, una luz en el camino alguien que conduce a los demás por un
determinado sendero.
Si el guía está
perdido o toma el camino equivocado todo el grupo también se pierde.
El pueblo de Dios
estaba perdido y apunto de la destrucción porque los que lo guiaban no sabían
para dónde ir, no conocían el rumbo. V 2 “Porque
los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han
hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como
ovejas, y sufre porque no tiene pastor.”
Ese mal no solo era
en el antiguo testamento, también en los tiempos de Jesús el pueblo estaba
desviado. Mateo 9: 36 “Y al ver las multitudes, tuvo
compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no
tienen pastor.”
Han pasado
muchos años después de que Jesús estaba aquí en la tierra y el
problema sigue siendo el mismo, todavía hay muchos pastores que no
saben cuál es su misión, lo único que piensan es en llenar grandes escenarios
y para esto utilizan todo su tiempo en organizar grandes shows de entretenimiento.
Para los cristianos
modernos la medida de éxito de una iglesia está en el número elevado de su membrecía,
para ellos una iglesia pequeña es un fracaso. Pensar de esta forma lleva a los líderes
cristianos a convertirse en ladrones do ovejas de otros rebaños.
Un verdadero líder es el Que:
1. Guía a su
pueblo hacia la conquista. No les evita pelear por sus sueños, pero si les
enseña cómo hacerlo. V 5 “Y serán como valientes que en la
batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová
estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.” La mayoría de los
pastores de hoy prometen a sus seguidores vidas libres de problemas.
·
1.1. Tiene la capacidad de Entrenar.
Salmo 144: 1 “Bendito
sea Jehová, mi roca,
Quien adiestra mis manos para la
batalla, Y mis dedos para la guerra”
Jehová como el máximo líder no nos quita las guerras, nos entrena para que
podamos enfrentarlas.
2. Fortalece y
prepara a sus seguidores. V 6 “Porque yo fortaleceré la casa de
Judá, y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré
piedad, y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios,
y los oiré.”
·
2.1. Un Líder siempre tiene palabras de estímulo,
no importa cuán perdida parezca la batalla el líder siempre fortalece con sus
palabras y su actitud.
3. Mantiene al
grupo en unidad. Todos luchan por conseguir un mismo ideal o un mismo
propósito. V 8 “Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré,
porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.” La multiplicación
no está en la membresía de la denominación, la multiplicación está en el pueblo
cristiano en todo el mundo.
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3.1. Un buen líder cristiano sirve a todo el pueblo
cristiano sin importar cuál es el grupo donde se congrega.
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3.2. Un buen líder es aquel que antes de pensar en
conquistar a los demás se conquista a sí mismo. Proverbios 16: 32 “Mejor
es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su
espíritu, que el que toma una ciudad.” Dominar a los
demás es relativamente fácil, lo podemos hacer a través de la fuerza, del
engaño, del chantaje. Etc. dominarnos a nosotros mismos es lo difícil,
controlar nuestras pasiones y deseos.
El
llamado a presidir o dirigir sobre la iglesia, o sobre cualquier otra comunidad
será una responsabilidad que no recaerá sobre todos, pero el mandato a gobernar
bien la casa es responsabilidad de todo varón. El plan de Dios para la
familia es que el varón debe ser el que este por delante de la familia es decir
que sea el líder. 1 Timoteo 3: 4-5 “que gobierne bien su casa, que tenga
a sus hijos en sujeción con toda honestidad 3:5 (pues el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);”
El
hombre puede ser un buen líder o cabeza de los demás si primero acepta que
Cristo sea su cabeza. Efesios 5: 23 “porque el marido es cabeza de la
mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es
su Salvador.”
Como
padres líderes nuestra misión es mucho más que solo darles todo lo necesario y
cuidarlos del mundo. Nuestra misión es guiar a nuestros hijos hacia la
conquista del mundo y sus ideales, prepararlos y mantenerlos en
unidad.
Un verdadero
líder cristiano no está preocupado por cuantas personas tiene que llevar a su
templo o lugar de reunión, el verdadero líder está preocupado por a cuantas
personas le puede llegar con la palabra de Dios. No a cuantas mantiene encerradas
en cuatro paredes, la preocupación es a cuantas podemos impactar en el mundo
entero.