Los seres humanos somos diferentes los unos de los otros, por lo tanto, es natural que tengamos roces o inconvenientes.
Estas diferencias
causan en muchas ocasiones enemistad.
Jesucristo no
está en contra de que nos enojemos, él nos recomienda que nuestro enojo no debe
durar mucho tiempo. Efesios 4: 26 “Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”
Cuando el
enojo controla nuestras emociones tratamos a los demás de manera injusta, causándoles
en muchas ocasiones daños irreparables.
El enojarse
es natural Jehová también nos dice que él se enoja debes en cuando. Nos enojamos
cuando vemos que las personas no actúan como nosotros lo esperamos. V 15 a “Y estoy muy airado contra las naciones que están
reposadas;”
Muchos de
nosotros ya tenemos una forma de actuar y las personas con quien andamos o con
quien nos relacionamos muchas veces no andan a nuestra misma velocidad, son más
lentos de lo que esperábamos y esto nos puede enojar.
Y nos
enojamos aún más cuando esas personas se especializan en agravar la situación. V
15 b “porque
cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal.”
A muchas personas les encanta vernos enojados y en lugar de corregir lo malo
que hacen, más lentos se vuelven.
La única forma
que tenemos para no dañar a los demás y no enfermarnos nosotros por causa de
nuestro enojo es desarrollando Misericordia. V 16 “Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a
Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los
ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén.”
Misericordia
quiere decir: perdonar a quien no merece perdón, perdonar a quien merece
castigo o ayudar a quien necesita ayuda.
Porque es importante la Misericordia.
1. Nos
permite ayudar a los demás. De nada sirve que le digamos al que está padeciendo
hambre, que Dios lo bendiga o que Dios lo ayude si nosotros no hacemos nada por
ayudarlo. Santiago 2: 15-16 “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y
tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros
les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son
necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”
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1.1. La falta de misericordia nos
hace injustos y egoístas, las personas que no tienen misericordia solo piensan
en su propio beneficio.
2. Le
podemos enseñar a quienes no tienen conocimiento. Marcos 6: 34 “
Al desembarcar, Él vio una gran multitud, y tuvo compasión de
ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.”
No solo les podemos enseñar conocimiento académico o bíblico.
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2.1. Enseñamos a superar las situaciones
difíciles que puede estar pasando. Muchas personas están tan desesperadas que
no saben cómo actuar.
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2.2. Les podemos enseñar a lograr
vidas de excelencia, es decir los podemos llevar a mejorar cada día mas.
3. Podemos
perdonar y dar otra oportunidad a quienes nos han fallado. V 3 “Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a
vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos” una persona
misericordiosa no espera a que la otra persona haga méritos para perdonarla.
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3.1. Por lo general nosotros
creemos que los demás deben merecer o ganar nuestro perdón, por esta razón
nuestro corazón cada día se endurece más.
Jesucristo
lo único que exige de nosotros es que tengamos misericordia. Oseas 6: 6 “Porque misericordia quiero, y no
sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos”
La única forma
de vivir en paz en este mundo, en la sociedad o en nuestra familia es si
aprendemos a desarrollar en nosotros la capacidad de tener misericordia por los
demás.