lunes, abril 18, 2022

Habacuc 1. Triunfando en la Adversidad.

 

Este mundo está compuesto por personas que triunfan y personas que fracasan.

La diferencia entre cada uno de ellos está en que, los triunfadores no niegan las cosas que pasan en este mundo, antes, por lo contrario, las reconocen y las aceptan solo de esta forma pueden estar preparados y listos para luchar y corregir.

Las personas de fracaso se niegan a ver las dificultades y la realidad de este mundo.

El apóstol pablo estaba entrenando a su discípulo Timoteo y quería que el fuera el mejor, por eso le dice que debe estar preparado para el futuro, que el futuro no sería nada halagüeño. 2 Timoteo 3: 1-4 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán   tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios

Cuando miramos a nuestro alrededor solo encontramos injusticia, maldad y lo más doloroso es que mucha de esa maldad se la vive entre los que nos llamamos cristianos, entre las mismas iglesias cristianas hay rivalidad.

Como Triunfar en la Adversidad.

1. No negándonos a la realidad de este mundo. V3 “¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.” Aunque quisiéramos que las cosas estén mejores la verdad es que las cosas cada día van de mal en peor.

·       1.1. Muchas veces hasta llegamos a pensar que el mal está triunfando sobre el bien. V 4 “Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.” Vemos como los jueces se venden al mejor postor.

·       1.2. Los gobernantes ya no gobiernan porque tengan la vocación de servicio ya lo hacen por ambición.

2. Nunca perdiendo la esperanza. V 2 “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; ¿y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?” cuando perdemos la esperanza perdemos la fe.

·       2.1. Dios y las personas de este mundo si escuchan tan solo hay que esperar el momento oportuno, no te desesperes y sigue luchando.

3. Siendo recursivos o creativos. Deuteronomio 8: 2 “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.” La necesidad es lo que nos hace actuar.

3.1. No le pidas a Jesucristo que te quite las dificultades, pídele a Jesucristo que te entrene para la batalla. Salmo 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra

·       3.2. Solo cuando pasamos por dificultades podemos ver otras alternativas o como se dice hoy, nos reinventamos. Deuteronomio 8: 3 “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.”

4. Saliendo de nuestra zona de confort.  Deuteronomio 8: 11- 14 “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;  8:12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,  8:13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;  8:14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;” la comodidad mal administrada nos hace inútiles y poco creativos.

·       4.1. La comodidad muchas veces nos lleva a no valorar la ayuda de Dios y de las personas que están a nuestro alrededor.

Los problemas y la adversidad más que doblegarnos deberían servir para estimularnos a seguir luchando y mejorando, que los problemas se nos conviertan en retos que superar y no en obstáculos para avanzar.