martes, abril 27, 2021

Salmos 68. Dios Nuestro Padre.

 

Jehová no solo es un ser Espiritual superior a quien debemos pedirle milagros.

Jehová quiere ser algo más grande todavía, él quiere ser nuestro Padre y no cualquier padre él quiere ser padre de huérfanos es decir padre de todos aquellos que por alguna situación se consideran abandonados. V 5 “Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada

 Debemos ver a Jehová como nuestro padre y no tan solo como un fabricante de milagros.

Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón nos convertimos en hijos de Jehová es decir somos hermanos de Jesús. Juan 1. 12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios

Lo maravilloso de que Jehová sea nuestro padre es que el siempre estará con nosotros, no importa a si los hombres nos defrauden o abandonen. Salmos 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá

La verdad es que a todos nos da mucha alegría llegar a ser hijos de un rey, de un poderoso guerrero como lo es Jehová.

Imagínate por un momento que alguien de la calle huérfano o abandonado por sus padres un día se le aparece alguien, un rey y le dice que lo quiere adoptar.

Ese muchacho acostumbrado a vivir en la calle toda su vida de seguro que se alegraría mucho, la pregunta es: ¿será que ese rey se lleva a ese muchacho y lo pone en palacio, así como él está? De seguro que No. El muchacho debe recibir una preparación especial para que pueda presentarse como un Príncipe.

Que Implica llegar a ser hijos de Dios.

1. Sometimiento Total. Santiago 4: 7 a “Someteos, pues, a Dios;” Lo más lógico es que todo hijo se someta a sus padres. El problema es que muchos cristianos queremos ser hijos de Dios, pero también queremos seguir haciendo lo que a nosotros nos place.

2. Rechazar al Diablo. V 7 b “resistid al diablo, y huirá de vosotros.” es decir debemos proponernos renunciar a todos esos demonios que nos hacían actuar como un gamín y no como un hijo de Rey.

3. Aceptar Corrección. Hebreos 12: 6 “Porque el Señor al que ama, disciplina, 
Y azota a todo el que recibe por hijo
” Jehová quiere lo mejor para nosotros y la única forma de conseguirlo es si corregimos nuestras equivocaciones.

4. Honrar en Todo. Malaquías 1: 6 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” muchos de nosotros creemos que si gritamos reclamando un milagro lo podremos conseguir, Jehová hace milagros por amor y por misericordia no porque nosotros lo gritemos.

5. Cambiar nuestra manera de Hablar. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” nuestra forma de hablar demuestra quienes somos. ¿Cómo crees que sería la forma de hablar de una princesa o un príncipe de Dios?

6. Cambiar nuestra manera de pensar. Romanos 12: 2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” si cambia nuestra manera de pensar cambiara nuestra forma de actuar. Nosotros somos producto de lo que pensamos.

7. Ser Entrenados. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra” un príncipe se caracteriza por su entrenamiento para la guerra, Jesucristo no va a quitarnos todos los problemas porque haría de nosotros unos inútiles, Jesucristo quiere entrenarnos para vencer a los problemas.

8. Dios como padre se convierte en nuestro Proveedor en todo. Filipenses 4: 19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Llegar a ser hijo de un rey debe ser espectacular si lo vemos solo desde la óptica de tenerlo todo, pero recuerda que no basta con parecer hijo de un rey, es necesario serlo eso es lo que en verdad cuesta. Lo único que necesitamos es disponernos para tener una nueva vida Jesucristo es quien nos transforma.