Un verdadero padre es aquel que no solo se limita a darle lo necesario a sus hijos, algunos padres solo son buenos proveedores en cuanto lo material pero olvidan muchas otras cosas que también son su responsabilidad, la verdadera función de un padre es convertirse en un cerco de protección para su familia.
Jehová se presenta como un cerco de montañas para su pueblo. V 2 “Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.”
Un Cerco es una barrera que esta alrededor de alguien o de algo con el fin de protegerlo, un cerco no le hace las cosas a quien está dentro de él.
Que es ser un padre Cerco.
1. Da Seguridad. El sentirse seguro es muy importante en la vida de una persona. Veamos algunos beneficios de sentirse seguro.
1.1. Produce más. El sentirse seguro hace que una persona se concentre en lo que hace y de esta forma le rinda más.
1.2. Disfruta lo que hace. Es difícil que alguien disfrute lo que hace si no se siente segura o no tiene las condiciones necesarias para hacer lo que hace.
2. Pone Límites. Un verdadero padre es aquel que no sobreprotege, es aquel que les indica a los de su familia hasta donde les es permitido llegar.
Muchos padres por el afán de ser más amigos que padres se vuelven permisivos y los hijos terminan saliéndosele de las manos es decir pronto pierden el control.
2.1. A qué horas deben llegar cuando salen.
2.2. Que les es permitido hacer y qué cosas no pueden hacer.
3. Da Protección. Un padre hace que su familia se sienta protegida, el sentirse protegido por alguien despierta sentimientos agradables en el corazón.
3.1. Se siente Importante.
3.2. Se siente amado o amada.
4. Genera Vida. En las montañas es donde nacen los ríos llevando agua a los habitantes del pueblo. Un padre genera vida con su comportamiento y con su forma de hablar.
4.1. Siempre tiene palabras de ánimo para levantar al caído.
4.2. Da Valía a quien se desprecia a sí mismo.
5. Entrena a sus hijos para el mañana. Salmo 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca,
Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra” David no le pedía a Dios que le quitara las guerras o las batallas, le daba gracias por entrenarlo.
Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra” David no le pedía a Dios que le quitara las guerras o las batallas, le daba gracias por entrenarlo.
Nuestros hijos no necesitan que les quitemos los problemas porque los convertiríamos en unos inútiles, a nuestros hijos no les podemos preparar un mundo especial para ellos, les debemos preparar para enfrentar al mundo.
Un verdadero padre debe ser para su familia como lo es un cerco de montañas para un pueblo, debe proteger y no sobreproteger. La vida de éxito o de fracaso de un hijo está en las manos de un padre.
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