Los que huyeren a esas ciudades
siendo culpables de su crimen debían ser expulsados de la ciudad. V 11 “Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare,
y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna
de estas ciudades”
En este tiempo ya no existen
ciudades de refugio ahora Jehová a
través de Jesucristo es nuestro refugio. Salmos 46: 1-3 “Dios es nuestro
amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2 Por tanto, no
temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;”
Y se traspasen los montes al corazón del mar;”
La gran diferencia de Jesús con las
ciudades de refugio es que a pesar de nosotros ser culpables no somos arrojados
fuera, Jesús nos justifica delante del padre. Romanos 3: 24 “siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”
Como hacer que Jesús sea nuestro Refugio.
1. Reconociendo que hemos Fallado. Romanos
3: 9 “¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos En ninguna manera;
pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.” la única
forma de buscar ayuda se de manera secular o espiritual es cuando reconocemos que estamos fallando.
2. Arrepintiéndonos de corazón. Mateo
4: 17 “Desde entonces
comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado” la única forma de conseguir o alcanzar la perfección es si
corregimos lo malo que estamos haciendo. Sin corrección no hay perfección.
3. Recibiendo a Jesucristo en
nuestro corazón. Apocalipsis 3: 20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre
la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” solo si
abrimos la puerta de nuestro corazón y permitimos que el entre el podrá corregir
lo que está fallando en nosotros.
4. Dejando que Jesucristo
transforme nuestra vida. 2 Corintios 5:
17 “De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas” solo Jesucristo puede hacernos nuevos.
5. Estudiando la palabra de Dios de
manera constante. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día
y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien.” la palabra de Dios tiene poder para hacer que todo lo que hagamos nos
salga bien.
6. Manteniéndose siempre en Oración.
1 Tesalonicenses 5: 17 “Orad sin cesar.” orar no solo es hablar con Dios,
a través de la oración podemos entrar a la presencia de Dios y disfrutar de él.
7. Congregándose para ser formados
por la Palabra. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” en la
unidad del pueblo Dios se manifiesta y podemos fortalecernos los unos a los
otros.
8. Manteniéndonos siempre en la
presencia de Dios. Debemos entender que fuera de Jesucristo nada podemos hacer
y sobre todo perdemos su protección. Juan 15: 5 “Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hace”
Que Jesucristo sea nuestro refugio
no significa que no tengamos problemas, que Jesucristo sea nuestro refugio
significa que con el tendremos tiempo para descansar y seguir adelante con
nuestras diferentes luchas, si Jesucristo es nuestro refugio siempre tendremos
otra oportunidad de volver a comenzar.