La única forma de vivir bien
y ser feliz en cualquier sociedad es si aprendemos a ser útiles. Una persona
útil es apreciada por todos, una persona inútil y que quiere que todo le haga
se convierte en alguien molesto para los demás.
Cuando
una persona tiene a alguien que le sirve es agradecida y está dispuesta a
retribuir por esta labor.
La palabra de Dios dice que
el obrero es digno de su salario. 1 Timoteo 5: 17-18 “Los ancianos que gobiernan bien, sean
tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y
enseñar. 5:18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que
trilla; y: Digno es el obrero de su salario”
En la antigüedad, tanto como
ahora había personas que le servían a Dios de manera parcial es decir solo
cuando disponían de tiempo o de manera total cuando lo hacían de tiempo
completo.
Si los hombres son justos
para pagar o recompensar a las personas que le sirven con mayor razón lo es
Dios. La forma como tenia Dios para recompensar a sus sacerdotes era:
1. A través de los Diezmos.
V 21 “Y he
aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad,
por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de
reunión.” Hoy
en día se puede dar de acuerdo a como se haya prosperado. 1 Corintios 16: 2 “Cada primer día de la
semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado,
guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” Jehová
es un Dios perfecto y la única forma de saber si estoy dando conforme voy
prosperando es decir el que tiene más da más y el que tiene menos da menos es a
través de las matemáticas, las matemáticas son infalibles el diez por ciento
nos sirve para dar de acuerdo a lo que ganamos o recibimos.
2. A través de las Ofrendas.
V 11 “Esto
también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones, y todas las ofrendas
mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti y a tus hijos y a tus hijas
contigo, por estatuto perpetuo; todo limpio en tu casa comerá de ellas.”
3. A través de las
Primicias. V 13 “Las
primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán a
Jehová, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.”
Esto se podía hacer en especies
o en efectivo. V 16 “De
un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu estimación, por el
precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de veinte geras.”
Esta era la forma que Dios
tenía para remunerar a quienes dedicaban su vida al servicio, ya que ellos no
tenían otra fuente de ingresos. V 31 “Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras
familias; pues es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo
de reunión”
El dar la provisión a
quienes se dedican de tiempo completo a la obra de Dios sería un mandato para
siempre no solo para la antigüedad. V 19 “Todas las ofrendas elevadas de las
cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti,
y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal
perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.”
El apóstol pablo recibía
salario por su obra, solo que a los de Corinto prefería no recibirles nada ya
que ellos tenían el gran defecto de la tacañería tal como sucede hoy en día con
muchos que se llaman cristianos. 2 Corintios 11: 8 “He despojado a otras iglesias,
recibiendo salario para serviros a vosotros.”
Pablo prefería no ser
gravoso para los de Corinto ya que otros hermanos entre ellos los de macedonia
se encargaban de su manutención. 2 Corintios 11: 9 “Y cuando estaba entre vosotros y tuve
necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los
hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros
gravoso.”
A todo aquel que le sirva a
Dios sea de tiempo completo o parcial él
está dispuesto a sostenerlo. Lucas 18: 29-30 “Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie
que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de
Dios, 18:30 que no haya de
recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.”
El deseo que Dios tiene en
su corazón es que todo el mundo sea salvo. Cuando tú y yo compartimos de su
palabra a alguien que lo necesita ya estamos sirviendo a Dios.
Dios es justo por lo tanto
si tú y yo lo servimos a si no lo hagamos por interés Jesucristo siempre nos
recompensara de acuerdo a nuestro trabajo. Encárgate así sea en lo mínimo de
las cosas de Dios y él se encargara en la totalidad de las tuyas.