Dios nos hizo para ser personas de
éxito nos preparó para volar libres como las águilas. Isaías 40: 31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán”
La
lepra y muchas otras afecciones de la piel hacían que el pueblo se detuviera de
su marcha por el desierto ya que cada leproso debía estar fuera del campamento
por siete días. Números 12: 14-15 “Respondió Jehová a Moisés:
Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete
días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la
congregación. Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no
pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.”
Nuestra vida es como el largo vuelo
de un avión si queremos seguir volando es necesario echar fuera todo lo que
pesa y estorba. Números 5: 1- 3 “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y
le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme
fiesta en el desierto. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga
su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a
Israel. Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos,
pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a
Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.”
Que cosas debemos echar de nuestra Vida que nos Impide Volar.
1. Miedos. Miedo al fracaso, a comenzar
algo nuevo, al que dirán. Etc.
2. Recuerdos del Pasado. Si nuestro
pasado no nos ayuda a mejorar nuestro presente es mejor olvidarlo.
3. Falta de Perdón. La falta de
perdón además de ser un veneno que mata nuestra alma es una carga muy pesada
que nos impide avanzar.
4. Pensamientos Negativos. Los
pensamientos negativos amargan nuestra alma y nos impiden levantar vuelo a una
vida de éxito.
5. El Acomodamiento. El
acomodamiento nos lleva a la resignación y la resignación nos lleva a la
mediocridad.
Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones,
y los entregó al maestro de cetrería, para que los entrenara.
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Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
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El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave.
Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
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Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil.
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Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
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El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave.
Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
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Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil.
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Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
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El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro”. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
.
El rey le preguntó:
– ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
.
Intimidado el campesino le dijo al rey:
– Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló.
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– Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.
Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
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El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro”. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
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El rey le preguntó:
– ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
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Intimidado el campesino le dijo al rey:
– Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló.
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– Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.
¿A qué estás
agarrado que te impide volar? ¿De qué no te puedes soltar?
Dios nos hizo para
volar hacia una vida de éxito y nos doto de todos los dones y talentos
necesario para lograrlo, pero eso depende de nosotros para mantener nuestro
vuelo debemos esforzarnos y ser valientes.