En la antigüedad no se da este tipo
de explicaciones simplemente se prohibía. Levítico 11 en todo el capítulo
encontramos recomendaciones sobre el comer animales. Pero podemos mencionar
solo unos cuantos versículos. 11: 6-7 “Asimismo la liebre, porque rumia, pero no tiene pezuña, la
tendréis por inmunda. 11:7 También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es
de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo.”
Hoy en día Jesucristo ha quitado
esa prohibición. 1 Corintios 10: 25-27 “De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar
nada por motivos de conciencia; 10:26 porque del Señor es la tierra y su
plenitud. 10:27 Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se
os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia.” la
decisión es de cada persona. Cada uno ya sabe que animal es inmundo en relación
a que le puede producir enfermedad en su cuerpo.
En realidad todo nos es lícito
hacerlo pero debemos saber que no todo nos conviene. 1 Corintios 10: 23 “Todo me es lícito, pero no todo
conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.”
El alimento es una de las
actividades más importantes para el hombre. El alimento debe ser en:
1. En el Espíritu. La única forma
de mantenernos bien alimentados espiritualmente es a través de la oración y la
palabra. Debemos mantener una excelente dieta diaria de las escrituras.
2. En el Alma. Nuestras emociones
se alimentan de nuestros pensamientos, y nuestros pensamientos se alimentan de
lo que vivimos diariamente. De lo que vemos y de lo que oímos. Los lugares y las
personas que frecuentamos influyen mucho en nuestra forma de pensar. Las
personas con quien nos relacionamos nos pueden llevar al éxito o al fracaso.
Por eso es necesario siempre estar renovando nuestra manera de pensar. Efesios
4: 22-23 “En
cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, 4:23 y renovaos en el espíritu
de vuestra mente,”
3. En el cuerpo físico. Nosotros
podemos rendir más en cualquier cosa que nos desempeñemos si estamos bien
físicamente. No introduzcas a tu cuerpo alimentos que sabes te hacen daño.
Recuerda que nuestro cuerpo es templo de Dios y por lo tanto no nos pertenece.
1 Corintios 3: 16 “¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
La única forma de llegar a ser
personas de éxito en todas nuestras áreas es si controlamos lo que consumimos o
lo que comemos. Ten mucho cuidado de no introducir a tu mente a tu espíritu y a
tu cuerpo alimentos que causan daño y no porque sean malos, sino porque a ti
eso te causa daño.