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Estas palabras Jesús se las estaba diciendo a pedro pero no porque lo considerara satanás. V 33 “Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” Se las estaba diciendo porque en ese momento se estaba dejando utilizar por satanás para desanimar a Jesús de lo que él tenía que hacer. En mateo podemos ver con más claridad como pedro quería desanimar a Jesús. Mateo 16: 22. “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.” Jesús tenía que sufrir para lograr lo que quería pero pedro no lo entendía.
Muchas veces el amor a nuestros
seres queridos y nuestro afán por protegerlos nos lleva a convertirnos en estorbo
para los planes de los demás. Marcos 8: 31 “Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre
padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes
y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.”
El hecho de que Pedro en ese momento fuera mala
influencia para Jesús no lo convertía en un mal discípulo. Muchas veces llevados
por las emociones siendo buenos amigos, buenos padres, o buenos hermanos nos
podemos convertir en malas influencias.
El desánimo es un sentimiento que aparece en
nuestras vidas cuando nuestro empeño y nuestro esfuerzo por conseguir algo no
muestran los resultados que esperábamos o cuando el camino para alcanzar
nuestros sueños es difícil de transitar.
La única forma de conseguir una
meta o un propósito es a través del sufrimiento. Entre más grande sea lo que
queremos más grande será el esfuerzo.
No importa cuál sea el propósito
que tienes debes esforzarte para conseguirlo no importa si ese propósito es
espiritual o secular. Para llegar a ser verdaderos discípulos de Cristo nos es
necesario tomar nuestra cruz es decir es necesario aceptar nuestros
sufrimientos y seguir adelante. V 34-35 “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí y del evangelio, la salvará.”
El desánimo es el arma más poderosa
que utiliza satanás para acabar con el trabajo espiritual o secular de mucha gente.
Como evitar el mal del Desánimo.
1. Ponte una meta que alcanzar. El no
saber exactamente qué es lo que queremos hacer hace que nos desanimemos con
facilidad.
2. Evita los comentarios negativos. Los comentarios desalentadores de otras
personas generan en nosotros pensamientos negativos.
La única forma de mantener una
mente sana y positiva es si la alimentamos con buenos pensamientos. Filipenses 4:
8 “Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.”
3. Aprende de la situación que estás
viviendo. Cuando vemos los problemas como una oportunidad para aprender a
mejorar en lugar de desanimarnos nos llenamos de ánimo para seguir luchando.
4. Querer salir del desánimo. De
nada te sirven las diferentes ayudas que puedas encontrar si no quieres
abandonar el desánimo. El desánimo es un mal interno en el ser humano.
5. Mantente Activo, por lo general
la inactividad o el no saber qué hacer ocasiona momentos de desánimo. Muchas
personas con principio de desánimo se alejan de sus actividades, se encierran
solos en sus problemas y esto los acaba de hundir.
Por encima de cualquier técnica o
deseo está el poder de Dios solo Jehová de los ejércitos puede quitar el desánimo
y darnos nuevas fuerzas. Isaías 40: 29 “El da esfuerzo al cansado,
y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.”
No importa cuán difícil sea lo que estás
pasando recuerda que con Jesucristo todo es posible. No te encierres en
pensamientos negativos piensa en cosas buenas, deja que Jesucristo te de fuerzas
y nunca te rendirás.