Pero también es la persona
encargada de anunciar de los peligros que pueden acechar a la ciudad.
Para Jehová
una persona encargada de cuidar de su pueblo a través de anunciar lo que sale
de su boca es un atalaya. 16- 17 “Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya
a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás
de mi parte.”
Este mandato no solo era en el
tiempo de Ezequiel aun sigue siendo vigente en nuestros tiempos. 2 Timoteo 4: 2
“que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
La orden de anunciar la palabra de
verdad es para todos los que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón
pero específicamente para los que se consideran líderes cristianos llámense
pastores, profetas o apóstoles.
Cuando alguien dice haber recibido
el llamado de parte de Dios está diciendo soy un atalaya. La pregunta sería:
¿si conoce sus responsabilidades? ¿O mejor dicho si sabe en lo que se está
metiendo?
Deberes del atalaya.
1. Conocer la palabra de Dios. Esto
es comerse el royo nadie puede hablar o enseñar de lo que no conoce. V 1 a “Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este
rollo” hay muchos siervos de Dios que conocen sobre cualquier cosa en el mundo lástima que de la palabra de Dios
no conocen nada.
2. Atreverse a Hablar. De nada
sirve que alguien conozca el mensaje si no quiere abrir su boca. V 1 b “, y ve y habla
a la casa de Israel.” hay muchos pastores que conocen la verdad pero
prefieren no decirla para así tener muchos amigos contentos con lo que él dice.
3. Saber que la gente no lo va a querer
escuchar. V 7 “Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me
quiere oír a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de
corazón.” muchos pastores por temor al rechazo o por temor a no
llenar sus templos de manera rápida prefieren entretener a sus seguidores con
cuentos inútiles y livianas conferencias. 1 Timoteo 4: 7 “Desecha las
fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;”
4. Insistir y nunca desmayar. V 8-9
“He aquí
yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte
contra sus frentes. Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu
frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde.” hoy en día
muchos que dicen tener el llamado no tienen paciencia ni tiempo para enseñar
por esta razón prefieren robar almas de otra iglesia y de esta forma creen que
están haciendo la obra de Jehová.
5. Hablar la palabra de Dios por
dura que sea. V 18 “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no
le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal
camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre
demandaré de tu mano.” muchos pastores prefieren maquillar o ignorar la
palabra de corrección. Juan 6: 60, 66-67 “Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es
esta palabra; ¿quién la puede oír?, Desde entonces muchos de sus
discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús
a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?”
El hecho de que la gente no nos
quiera escuchar no es pretexto para dejar de hablar. Si tú hablas salvaras tu
alma del castigo. V 19 “Pero si tú amonestares al impío, y él no se
convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú
habrás librado tu alma.”
El pueblo que no escucha las
amonestaciones de Jehová está condenado a vivir en ruina. 4: 16-17 “Me dijo luego:
Hijo de hombre, he aquí quebrantaré el sustento del pan en Jerusalén; y comerán
el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con espanto,
para que al faltarles el pan y el agua, se miren unos a otros con espanto, y se
consuman en su maldad”
La ruina no solo puede ser
económica. Hay gente que lo tiene todo en cuanto a lo material pero sus vidas
son una miseria. V 12 “Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y
lo cocerás a vista de ellos al fuego de excremento humano.”
No tengas miedo al rechazo los que
tienen miedo a las sillas vacías prefieren hacerse amigos del mundo corriendo
el riesgo de convertirse en enemigos de Dios. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del
mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Si muchas personas te deprecian por
la verdad que compartes alégrate porque es indicio de que es a Jesucristo a
quien sirves. Si al mundo le encanta lo que hablas entonces revisa muy bien lo
que estas enseñando posiblemente solo sean fabulas que provienen de ti y no
Jesucristo.