jueves, febrero 19, 2015

Volviendo a Vivir. Salmos 85-86.

Muchas veces llevados por los problemas o por los afanes de este mundo dejamos que nuestra vida se apague. Tanto en lo secular como en lo espiritual. Ya no tenemos la misma pasión o las mismas ganas de hacer las cosas. Todo nos parece monótono y ya no tan agradable. En la iglesia, en la casa, en el estudio o el trabajo.
Volver a vivir es decir llegar al avivamiento. El verdadero avivamiento en una iglesia tiene que ver mucho más que tan solo con un momento de emoción o histeria colectiva.
El verdadero avivamiento se manifiesta en nuestra manera de vivir se refleja en nuestra pasión por hacer las cosas tanto de manera espiritual como de manera secular.
Como volver a vivir.
1. Anhelando volver a vivir. V 6-7 ¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?
85:7 Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, Y danos tu salvación.
” nada en el mundo se puede conseguir si no se lo anhela. 
2. Desear ser Restaurado. V 4 “Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.” debemos querer volver a ser hechos de nuevo. El principio para conseguir algo es el deseo.
3. Recordar las cosas hermosas del pasado en especial las que hemos vivido con Dios y nuestros seres queridos. V 1-2 “Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la cautividad de Jacob.
85:2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Selah
4. Creer que con Jesucristo todo es para bien. V 12 “Jehová dará también el bien,
Y nuestra tierra dará su fruto
.” la verdadera prosperidad proviene de Dios.
5. Reconocer que muchas veces tenemos problemas. 86: 1 “Inclina, oh Jehová, tu oído, y  escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso.” es difícil que alguien busque ayuda si no reconoce que tiene problemas.
6. Dejar que Jesucristo le de alegría a nuestra alma. V 4 “Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma
” con Jesucristo podemos vivir en paz aun en medio de la tormenta.
7. Dejando que Jesucristo sea nuestro guía. V 11 “Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre” en nuestro propio entendimiento muchas veces nos equivocamos.
8. Ser una persona agradecida con Dios y con los que de alguna forma contribuyeron para nuestro progreso. V 12 “Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
9. Recordando que es la misericordia de Dios la que nos salva. Nosotros constantemente estamos fallando y no somos dignos de las bendiciones que tenemos. V 13 “Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.
10. Anhelando un cambio de vida. Nuestros enemigos serán avergonzados no porque a ellos les vaya mal. Serán avergonzados porque a nosotros nos verán cada día mejor. V 17 “Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.
La mejor forma de vengarnos de nuestros enemigos es dejando que Jesucristo nos restaure, nos dé una nueva vida y cada día ellos nos vean mejor.

Solo Jesucristo nos puede dar una nueva vida. Cuando nos arrepentimos de corazón comienza ese proceso maravilloso en nosotros. El verdadero avivamiento es mucho más que una simple emoción. Es pasión y muchas ganas por vivir y servir.