Cuando una persona se deja
enceguecer por el poder o la fama no para de hacer maldad. V 6 “Y anduvo en el camino de los reyes de
Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e
hizo lo malo ante los ojos de Jehová.”
La
fama mal llevada es más peligrosa que cualquier droga alucinógena.
Cuando la fama se sale de control
causa muerte a quien la posee y a todos quienes están a su lado. V 14-15 “he aquí Jehová
herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo
cuanto tienes; 21:15 Y a ti con muchas enfermedades, con
enfermedad de tus intestinos, hasta que se te salgan a causa de tu persistente
enfermedad.”
El ser humano es un ser insaciable
que por lo general siempre quiere más y más. Entre más tiene más quiere.
La fama no es más que el
reconocimiento de lo que hacemos sea bueno
o malo. Por lo tanto es inevitable que alguien producto de su trabajo se
haga famoso. Jesucristo no está en contra de la fama el mismo nos promete
darnos reconocimiento. Deuteronomio 26: 19 “a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo,
para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios,
como él ha dicho”
Como evitar ser enceguecido por la Fama.
1. Pidiendo a Dios Dominio Propio.
2 Timoteo 1: 7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio.” tener la capacidad de dominar nuestras emociones.
2. Teniendo buenos tiempos de
intimidad con Dios a través de la Oración. Jesús era famoso pero la oración lo
mantenía equilibrado. Lucas 5: 15 – 16 “Pero su fama
se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les
sanase de sus enfermedades. 5:16 Mas él se apartaba a lugares
desiertos, y oraba” no importa cuán importante sea tu trabajo siempre
deja un espacio para Dios que es quien te dio la fama.
3. Siendo humilde. La verdadera
exaltación proviene de la humildad. Salmos 147: 6 “Jehová exalta
a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra.”
4. No creyéndose más que los demás.
Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual
que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe
tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno.”
5. Acordándonos de donde nos rescató
Dios. Deuteronomio 7: 7 “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha
querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de
todos los pueblos;”
6. Acordándonos que todo lo que tenemos es de Dios.
Deuteronomio 8: 17-18 “y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano
me han traído esta riqueza. 8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios,
porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto
que juró a tus padres, como en este día.”
7. Siendo agradecidos con Dios y
con las personas que contribuyeron para nuestra fama. Colosenses 3: 15 “Y la paz de
Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un
solo cuerpo; y sed agradecidos.”
Esfuérzate por trabajar y te ira
bien pero siempre recuerda que por muy duro que trabajes si no cuentas con el
respaldo de Dios nada puedes lograr. Se siempre agradecido con Dios y los demás,
mantente humilde y tu fama durara para siempre y sobre todo será para tu bien y
de los que amas.