viernes, septiembre 26, 2014

El Resultado de hacer lo Bueno. 2 crónicas 14.

Hacer lo bueno no necesariamente tiene que ver con hacer buenas obras o comportarse bien.
Hacer lo bueno es hacer bien y mejor todo lo que tenemos que hacer. Solo si tenemos el deseo de superarnos podremos llegar a tener una vida de éxito.
Cuando llegamos a los pies de Cristo el arregla nuestra vida la pone en orden por esta razón empezamos hacer bien las cosas de tal manera que las cosas nos empiezan a salir bien.
Lo que comienza bien termina bien aunque con Jesucristo tenemos la posibilidad de hacer que las cosas terminen bien cuando empezamos mal. La verdad es que sin cristo por lo general siempre empezamos mal.
Asa empezó hacer las cosas bien. V 2 “E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios” por esta razón los frutos que cosecharía serían muy buenos. Todo lo que sembramos es lo que cosechamos. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Que es hacer lo bueno.
1. Corregir nuestros actos o lo que hemos hecho mal. V 5 “Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes, y estuvo el reino en paz bajo su reinado.” muchas circunstancias en nuestra vida nos llevan a idolatrar lo que tenemos. Muchas personas llevadas por la pobreza el día en que llagan a tener recursos hacen del dinero su ídolo. Las personas que han experimentado soledad o rechazo por mucho tiempo cuando llegan a tener a alguien por lo general lo convierten en un ídolo.
2. Crecer. V 6-7 “Y edificó ciudades fortificadas en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos; porque Jehová le había dado paz.  14:7 Dijo, por tanto a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de muros con torres, puertas, y barras, ya que la tierra es nuestra: porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios, lo hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron pues, y fueron prosperados.” cuando hacemos las cosas bien empezamos a experimentar crecimiento personal y en todo lo que hacemos.
Solo cuando hacemos las cosas bien podemos vivir la verdadera prosperidad. Ser prospero no es tener abundancia de dinero. Ser prospero es aprender a vivir bien lo que se tiene.
3. Aprovechar los recursos que tenemos. La cuestión no es cuanto tenemos sino que hacemos con lo que tenemos. Hay gente que tiene mucho pero hace poco y hay otros que con pocos recursos hacen mucho. V 11 “Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios: no prevalezca contra ti el hombre. 
Asa solo tenía un ejército de quinientos ochenta mil hombres y los enemigos eran un millón de hombres. La diferencia era desproporcional, pero Asa confiaba en que  el poder de Dios es más grande. V 8 “Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que traían escudos y entesaban arcos; todos hombres diestros.”, V 9 “Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de millones, y trescientos carros; y vino hasta Maresa
4. Actuar. Hay mucha gente que cree en Dios, sabe que él lo puede ayudar pero no actúa. No basta con orar y cruzarse de brazos. V 10 “Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa.
Dios quiere bendecirnos pero es necesario que aprendamos a pelear nuestras guerras. Dios no quiere personas inútiles. V 14 “Atacaron también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de Jehová cayó sobre ellas: y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran botín.

Si las cosas no salen como esperas o deseas no te enojes con Dios. Analiza cómo estás haciendo las cosas si las estás haciendo mal debes hacerlas bien y si las estás haciendo bien debes pensar en mejorar. Una persona de excelencia es aquella que cada día lucha por hacer las cosas mejor.