Los seres humanos somos mucho más
que tan solo un cuerpo o que tan solo emociones.
Nuestra profesión o lo que tenemos
no basta para saber quiénes somos.
En
lo Espiritual sabemos que ahora somos hijos de Dios que todo lo viejo ha pasado
y ahora todo es nuevo. 2 Corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
En este mundo lo que determina
quienes somos va más allá de lo que nosotros nos creemos. Un factor muy
importante que determina en realidad quienes somos es nuestra familia, nuestra
genealogía.
Para el pueblo de Dios era muy
importante poder saber de dónde proviene y sobre todo saber de dónde proviene
la persona con quien se va a relacionar.
Por esta razón en la palabra de Dios
encontramos capítulos completos en tan solo establecer la genealogía del
pueblo. V1-5 “Los hijos de Isacar fueron cuatro: Tola, Fúa, Jasub y
Simrón. 7:2 Los hijos de Tola: Uzi, Refaías, Jeriel, Jahmai,
Jibsam y Semuel, jefes de las familias de sus padres. De Tola fueron contados
por sus linajes en el tiempo de David, veintidós mil seiscientos hombres muy
valerosos. 7:3 Hijo de Uzi fue Israhías; y los hijos de Israhías:
Micael, Obadías, Joel e Isías; por todos, cinco príncipes. 7:4 Y
había con ellos en sus linajes, por las familias de sus padres, treinta y seis
mil hombres de guerra; porque tuvieron muchas mujeres e hijos.”
Una forma de amar lo que tenemos es
conociendo su procedencia las luchas, los esfuerzos y las alegrías que eso
produjo a nuestros familiares o a nuestros padres.
Las familias fuertes son aquellas
que se conocen muy bien, saben de sus debilidades pero también reconocen sus fortalezas.
Como puedes pedirle ayuda a alguien si no sabes de lo que es capaz. 8: 40 “Y fueron los
hijos de Ulam hombres valientes y vigorosos, flecheros diestros, los cuales
tuvieron muchos hijos y nietos, ciento cincuenta. Todos éstos fueron de los
hijos de Benjamín.”
Cuando a los jóvenes se les
pregunta por los familiares de su novio(a) por lo general siempre responden:
“yo me voy a casar con mi novio(a) no con su familia” podríamos decir que en
teoría esto es cierto.
Pero también debemos entender que
la familia de una persona influye en la vida de ese individuo
Algunas razones para tener en cuenta la genealogía de una persona.
1. El vivir por tanto tiempo con
una persona hace que sus costumbres se nos pegan. Recuerda el adagio popular:
el que con lobos anda a aullar aprende. O el más común: dime con quién andas y
te diré quien eres.
2. Así como esa persona trata a sus
familiares nos puede tratar a nosotros. La buena cultura en el trato con los
demás es fundamental para tener una buena relación.
3. La formación que haya recibido
en el hogar depende la convivencia que ahora tengamos.
4. Si su familia es trabajadora,
responsable y honorable es más factible que ese individuo también sea alguien
confiable.
No en todos los casos se aplica
aquello de: hijo de tigre sale pintado. En muchas ocasiones hemos encontrado
personas que han crecido en hogares prácticamente descompuestos y hasta
destruidos pero ellos se han mantenido íntegros.
En otras ocasiones hemos encontrado
personas que han crecido en hogares de padres ejemplares y ellos son una
completa vergüenza.
De algina manera el saber de dónde
provienen las personas con las cuales nos vamos a relacionar es muy importante.
No consideres amigo al primero que se te atraviesa en tu camino.