Dios es un Dios de excelencia y por lo tanto exige que nosotros seamos excelentes. El ser perfectos para un cristiano no es una opción es una orden de parte de Dios. Mateo 5: 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” ser perfecto no es nunca cometer errores, ser perfecto para Dios es luchar cada día por ser mejor. Tener la capacidad de superarse ante el fracaso y la derrota en nuestras luchas de la vida.
La
única forma de llegar a la perfección es dando lo mejor de nosotros en cada
tarea que emprendamos.
Salomón
daba lo mejor de sí para construir un templo digno de Dios aunque en cuanto a
lo que se refiere con lo material debemos tener mucho cuidado de no caer en el
derroche que más adelante nos pueden perjudicar. V 9-11 “Todas aquellas
obras fueron de piedras costosas,
cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por
fuera, desde el cimiento hasta los
remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio. 7:10 El
cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y
piedras de ocho codos. 7:11 De allí hacia arriba eran también
piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro.”
Salomón
no reparaba en los gastos para la adecuación del templo ni en la construcción
de su propia casa. V 47 “Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los
utensilios, por la gran cantidad de ellos.”
David
le había enseñado con su ejemplo. David no daba nada a Dios que a él no le
costara David sabía que a Dios hay que darle lo mejor y lo mejor cuesta. 2
Samuel 24: 24 “Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo
compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten
nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.”
Salomón
utilizaba a los mejores para hacer las cosas para Dios. V 13-14 “Y envió el rey
Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, 7:14 hijo de una viuda de
la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram
era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este,
pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.”
La
receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti mismo! y no te rindas,
no mires atrás, no midas tu valor en relación a la retribución o a la opinión
de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción personal. Toma tiempo
para que las cosas te salgan bien dar de lo mejor requiere mucho tiempo.
V 1 “Después
edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.”
Tu
pasión, tu dedicación y tu determinación; son las herramientas que se
encargarán de que tus proyectos o que tus sueños se materialicen en una
maravillosa realidad; que por maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará
completa. Porque los soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se
cumple, uno nuevo y más grande se vuelve a soñar.
Una
persona de éxito nunca puede decir que ya termino o que ya no necesita nada
porque lo tiene todo. Una persona de éxito siempre estará luchando por algo
nuevo y mucho más grande.
La
única forma de tener éxito es siempre dando lo mejor de cada uno. Si no das lo
mejor de ti tampoco lograras lo mejor. Los frutos que se cosechan son de
acuerdo a lo que se haya sembrado.