jueves, abril 24, 2014

Los 300 de Gedeón. Un gran Equipo. Jueces 7

Gedeón era un joven lleno de complejos, de temores Jehová lo transformo en un guerrero. Pero era necesario que se armara de un gran ejército, pero a diferencia de lo que la palabra gran podría significar no siempre un gran ejército es el que es más numeroso.
En el tiempo de Gedeón se necesitaba de un ejército poderoso para lograr tener victoria en sus batallas hoy podemos cambiar la palabra ejercito por un equipo. Si queremos triunfar en la vida es necesario que aprendamos a conformar un buen equipo.
El hombre no fue hecho para vivir solo. Desde un principio Dios se dio cuenta que no era bueno que el hombre estuviera solo. Génesis 2: 18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
El trabajar en equipo hace que se imprima menos esfuerzo a lo que hacemos pero tengamos mucho más ganancia. El trabajo en equipo deja mucho más fruto. Eclesiastés 4: 9 “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Como debería ser el ejército de Gedeón. Como debería ser nuestro equipo de trabajo.
1. Dispuesto a trabajar a tiempo. Las cosas no siempre son cuando nosotros queremos hay cosas que se tienen que hacer en el momento justo. V 1 “Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle.
2. No vanaglorioso. V 2 “Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.” la vanagloria endurece el corazón y lo vuelve egoísta.
3. Valientes. No libres de miedo pero si dispuestos a dominar el temor. V 3 “Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.” 22.000 estaban solo porque les tocaba. Una persona cobarde daña el corazón de los demás.
4. Con su objetivo siempre en la mira. V 5-7 “Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. 7:6 Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.  7:7 Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.” todo el ejército estaba sediento y era normal que todos salieran corriendo a tratar de saciar su sed. Solo 300 fueron capaces de mantener la atención a su alrededor y a la ves tomar agua lamiendo el agua en sus manos como lame  el perro, los demás se arrodillaron para tomar agua descuidando su trabajo de vigilancia, más les importo saciar su sed que estar pendientes en su trabajo.
Te has preguntado con cuanta facilidad te descuidas de lo que estás haciendo por saciar tus propias necesidades. Un buen equipo no es el que trabaja para sí mismo, un buen equipo se debe a los demás.
5. Nunca deja solo a un compañero, siempre se puede contar con él. V 10-11 “Y si tienes temor de descender, baja tú con Fura tu criado al campamento,  7:11 y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento
6. Se dejan guiar. Siempre mantienen la Unidad. V 17 “Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo.
Escoge muy bien a las personas que han de hacer parte de tu equipo el éxito o el fracaso en gran parte depende de las personas con las que andamos.