El hacer lo que amas y amar lo que haces, debería ser una de
nuestras metas principales en la vida, ya que el tener el trabajo ideal, en el
que haces lo que amas y además te pagan por hacerlo, te daría más
felicidad que cualquier otra cosa.
¡Pero mucha gente ni siquiera sabe qué es lo que
le gusta hacer! Si es tu caso, sólo pregúntate: ¿Qué es lo que haría
aunque no me pagaran por hacerlo? ¿Qué es lo que cuando lo estoy
haciendo, parece que el tiempo no pasa? ¿Qué es lo que cuando lo estoy
haciendo, me pongo de buenas?
¿Qué es lo que me entusiasma hacer? ¿Qué haría si
tuviera todo el dinero del mundo y no necesitara trabajar?
Cuando hacemos lo que nos gusta
siempre vamos a ser insistentes hasta lograr lo que queremos.
Amar es algo que se aprende cuando
nos entregamos de lleno a lo que nos toca hacer y disponemos nuestro corazón
poco a poco vamos sintiendo que lo que antes se hacía porque nos tocaba a hora
lo vamos haciendo con más agrado hasta llegar a enamorarnos de esa actividad.
Lo mismo sucede con nuestra
relación de pareja nos unimos muy enamorados pero con el pasar del tiempo
muchas de las cosas que nos atraían de esa persona desaparecen, por lo tanto
tenemos que aprender a enamorarnos de lo que ahora es nuestra pareja. Esto solo
logramos cuando tenemos muy en claro que es lo que queremos lograr. Un hogar
estable, unos hijos con carácter. Etc.
Cuando aprendemos a amar lo que hacemos podemos:
1. Soportar los rechazos de parte
de otras personas. V 1-2 “Pero los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto
que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra
Madián? Y le reconvinieron fuertemente. 8:2 A los cuales él
respondió: ¿Qué he hecho yo ahora comparado con vosotros? ¿No es el rebusco de
Efraín mejor que la vendimia de Abiezer?”
2. Seguir luchando a pesar del
cansancio. V 4 “Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos
hombres que traía consigo, cansados, más todavía persiguiendo.” Gedeón estaba
cansado pero todavía tenía el valor de seguir persiguiendo a sus enemigos. Si tu
amas lo que haces no habar pretexto o excusa que te haga desistir de tu propósito.
3. Soportar la incomprensión y la
injusticia de muchas personas. V 5-7 “Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la gente
que me sigue algunos bocados de pan; porque están cansados, y yo persigo a Zeba
y Zalmuna, reyes de Madián. 8:6 Y los principales de Sucot
respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu
ejército? 8:7 Y Gedeón dijo: Cuando Jehová haya entregado en mi
mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne con espinos y abrojos del
desierto.”
4. Esta siempre a la expectativa de
cualquier oportunidad. V 11 “Subiendo, pues, Gedeón por el camino de los que
habitaban en tiendas al oriente de Noba y de Jogbeha, atacó el campamento,
porque el ejército no estaba en guardia” una persona que ama lo que
hace se vuelve recursiva, es decir puede
hacer grandes cosas con pocos recursos.
5. No descansa hasta lograr lo que se propone. V 15-16 “Y entrando a
los hombres de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me
zaheristeis, diciendo: ¿Están ya en tu mano Zeba y Zalmuna, para que demos
nosotros pan a tus hombres cansados? 8:16 Y tomó a los ancianos de
la ciudad, y espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de
Sucot.” Para la persona que ama lo que hace los impedimentos y las burlas
se convierten en un reto para lograr lo que quiere.
6. Siempre es ejemplo para los
demás en especial para sus hijos. V 20-21 “Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos.
Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues era aún
muchacho. 8:21 Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y
mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y
mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían
al cuello.” Gedeón quería preparar a su hijo para la guerra. ¿Para qué
estas preparando tú a tus hijos o a las personas que dependen de ti?
7. Nunca hace las cosas solo por
figurar. V 22-23 “Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor,
tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián.
8:23 Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os
señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.”
Cuando hagas algo no lo hagas como
para los hombres hazlo como para Dios.
Colosenses 3: 23 “” Imagínate por un momento como debería ser nuestro trabajo
si se lo tuviéramos que presentar a Dios. ¿Estás seguro que a él le agradaría?
Ama lo que haces o busca enamorarte
de lo que haces solo de esta forma te quedara muy bien y sobre todo lo podrás
disfrutar. No hay sentimiento más agradable que trabajar en lo que a uno le
gusta.