La toma de decisiones es lo que lleva a una persona a definir su carácter.
La mayoría de la juventud de hoy en día no tiene carácter, la razón
es que los padres no les permiten tomar decisiones, son los padres los que deciden
por ellos cuando se trata de asumir responsabilidades.
Los jóvenes no aceptan que sus padres tomen decisiones
por ellos cuando quieren hacer su voluntad.
Jefte era un varón esforzado y
valeroso a pesar de tener un pasado que podría hacer de él un hombre acomplejado
y temeroso. V 1 “Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de
una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad.”
Ese pasado determinaría o marcaria
la vida de Jefte. V 2 “Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales,
cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de
nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.”
Muchas veces tenemos que tomar
decisiones aun en contra de nuestra voluntad. V 3 “Huyó, pues,
Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres
ociosos, los cuales salían con él.”
El pasado o las circunstancias que
vive una persona pueden influir en la toma de decisiones en un momento
determinado. V 6-7 “y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que
peleemos contra los hijos de Amón. 11:7 Jefté respondió a los
ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de
mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?”
Jefte estaba a punto de tomar una decisión
muy importante en su vida. Y sin mucho pensarlo tomo la decisión. Hizo un
compromiso con Dios. V 30-31 “Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a
los amonitas en mis manos, 11:31 cualquiera que saliere de las
puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será
de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.”
El tomar decisiones de manera
apresurada y sin mucho análisis puede acarrear consecuencias desagradables. V 34-
35 “Entonces
volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con
panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo
ni hija.
11:35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.”
11:35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.”
Porque se apresuró Jefte. No lo
sabemos pero probablemente el compromiso que antes hizo con los hombres fue el
motivo. V 9-10 “Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me
hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare
delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo? 11:10 Y los ancianos de
Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no
hiciéremos como tú dices.” porque hacemos nosotros las cosas y porque asumimos
compromisos: por Dios, por nuestra familia o por satisfacer nuestro propio ego.
Algunas cosas a tener en cuenta cuando se va a tomar alguna decisión:
1. Quiero hacerlo. Si estás seguro
que quieres hacer eso que te propones o es por motivación de otros.
2. Necesito eso que voy hacer. Hay cosas
que queremos hacer pero la verdad es que no lo necesitamos.
3. Me conviene hacerlo. Puede ser
que quieras hacerlo, y hasta lo necesites hacer ¿pero si te conviene hacerlo?
Un ejemplo de estas tres razones podría
ser: tú quieres comprar un carro ¿pero lo necesitas? puede ser que lo necesites
porque vives lejos de tu trabajo, pero lo más probable es que no te convenga,
ya que tienes deudas que pagar que son de mayor prioridad, por lo tanto el
comprar ese carro solo generaría más deudas. Lo quieres, lo necesitas pero no
te conviene.
La mejor manera de tomar decisiones es no dejándose
llevar por las circunstancias, ni por las emociones del momento. Muchas veces las
emociones o las diferentes circunstancias por las cuales estamos pasando nos
hacen equivocar en la toma de decisiones.