martes, marzo 11, 2014

Jesús es nuestro Refugio. Deuteronomio 19.

Todos pasamos por momentos difíciles en muchas ocasiones nos encontramos con tantos problemas que la verdad es que no sabemos qué hacer o a quien acudir.
En la antigüedad también había personas que se metían en problemas al matar a alguien pero sin la intención de hacerlo y Dios en su misericordia proveyó para ellos ciudades de refugio donde podían protegerse de los vengadores. V 4- 5 “Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente; 19:5 como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
Hoy en día también Jehová mismo a través de su hijo Jesucristo se convierte en nuestro refugio. Salmos 62: 8 “Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah
Un refugio es un lugar que nos ofrece protección de algún peligro de manera temporal o permanente. Jesucristo quiere ser nuestro eterno refugio. Mateo 11: 28-30 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Un lugar de refugio no siempre es una casa para llegar a vivir, un lugar de refugio es donde llegamos para cobrar ánimo, tomar nuevas fuerzas y seguir en nuestro caminar. Cuando está lloviendo muy fuerte por lo general buscamos un lugar donde refugiarnos mientras pasa la lluvia y después continuar con nuestra marcha.
Jesucristo es nuestro refugio en el podemos descansar cobrar fuerzas y seguir al frente de esa dificultad que se pudo haber presentado.
Jesucristo no se compromete a fabricarnos un mundo aparte solo para nosotros, ni tampoco promete meternos en una burbuja de cristal donde nunca nos pase nada. Jesucristo dice que mientras estemos en este mundo tendremos aflicciones. Jesús mismo se pone como ejemplo de vencedor. Dándonos a entender que si el siendo hombre pudo lograrlo también nosotros podremos hacerlo. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”  
Jesucristo es nuestro refugio mientras cobramos fuerzas; el no es nuestro alcahuete para escondernos y seguir delinquiendo. Deuteronomio 19: 11- 12 “Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,  19:12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
Dios es muy claro en su palabra las iglesias cristianas no son cuevas de ladrones. Jeremías 7: 1-11 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 7:2 Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová.  7:3 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.  7:4 No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este.  7:5 Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo,  7:6 y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro,  7:7 os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre. 7:8 He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.  7:9 Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis,  7:10 ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?  7:11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová” y Jesucristo sigue insistiendo en lo  mismo el templo es un lugar para adorar a Dios. Y no para esconderse del pecado. Juan 2: 16- 17 “y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.  2:17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
En el mundo es muy común encontrar empresas fachada que solo pretenden lavar dinero, es decir legalizar dinero que se consiguió de manera ilegal producto de delinquir. Las iglesias cristianas no podemos ser lavaderos de pecado. Es decir congregarnos solo para adormecer la conciencia y seguir en el mismo pecado.
A Juan le molestaba que la gente acudiera al bautismo solo para esconder sus pecados. El propósito de acercarnos a Jesucristo es arrepentirnos de corazón y empezar una nueva vida. Lucas 3: 7-8 “Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?  3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

Si hemos tomado la decisión de convertirnos  a Cristo es necesario que nos arrepintamos de corazón y que renunciemos a todo lo malo que estábamos acostumbrados a practicar.


      


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