sábado, diciembre 28, 2013

Viviendo en Paz. Levítico 3-4.

Desde un principio cuando el primer hombre peco Dios estaba interesado en perdonarnos de nuestros pecados. Para que el hombre se pudiera sentir perdonado era necesario que sacrificara un animal y a través de su sangre fuere perdonado. 4: 20 “Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón.
Para que haya paz era necesario también hacerlo a través del sacrificio de un animal. 3: 1 “Si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá delante de Jehová
Dios sigue interesado en darnos paz la única diferencia es que ahora no necesitamos sacrificar animales. Jesucristo tomo el lugar de esos animales. Colosenses 1: 20 “y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Es Jesucristo quien a través de su sangre preciosa nos perdona todos nuestros pecados. 1 Juan 1: 7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado
El propósito de perdonarnos los pecados es ayudarnos a vivir  en paz, a tener armonía unos con otros.
El hombre no fue hecho para vivir aislado, fue hecho para vivir en comunidad. Y la única manera de vivir en paz y sobre todo ser feliz es aprendiendo a convivir.
La base para una buena convivencia esta en:
1. El perdón, es decir saber pedir perdón y también saber perdonar. Mateo 18: 21- 22 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Toda la vida el hombre se la ha pasado buscando la paz y entre mas lucha por conseguirla parece que cada día se le vuelve más esquiva. La única forma que tenemos para vivir en paz es si aprendemos a perdonar. Mateo 18: 21-22. “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: 
No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
2. En soportarse los unos a los otros.  Colosenses 3: 13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Ahora tenemos un privilegio maravilloso, no necesitamos de intermediarios hombre o de sacrificios de animales para ser perdonados. Hebreos 10: 10-12 “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
10:11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
Ahora podemos dirigirnos directamente a Jesucristo para pedirle perdón y sabes que es lo más importante el  está dispuesto a perdonarnos. 1 Juan 1: 9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

La paz verdadera solo la puede dar Jesucristo, pero la decisión de vivir en paz es nuestra. Cada uno decide como vivir en su casa. Para acabar con la violencia del mundo primero hay que acabar con la violencia en los hogares. La sociedad no es más que el reflejo de lo que sucede en nuestros hogares.



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