Gobernar es mucho mas que
mandar, que dar órdenes. Gobernar es cuidar, administrar. Y administrar es
hacer que los bienes que nos han encomendado crezcan.
Esto significa
entonces que cualquiera que tengamos que cuidar a alguien o que tengamos que administrar
ya estamos gobernando y lo que más necesita de una muy buena gobernabilidad es
nuestro hogar. Como padres estamos
gobernando nuestra casa. Los problemas que se generan en el hogar generalmente
son porque los padres ejercemos muy mala administración.
¿Qué necesitamos para que el
gobernar sea algo maravilloso y sobre todo efectivo?
1. Cuidar. Si tú y yo fuimos
escogidos para administrar algo es para que lo cuidemos, que lo protejamos. V 2
“Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella,” tu
familia está segura de que tú los estas protegiendo, ¿pueden contar contigo?
2. No obligados. V 2 b “no por fuerza, sino
voluntariamente;” las circunstancias por las que podemos estar pasando
no deben ser el motivo por lo cual hacemos algo. No cuides a tu familia solo porque
te toca hazlo por amor.
3. No por interés. V 2 c “no por ganancia
deshonesta, sino con ánimo pronto” ganancia deshonesta no
siempre es aquella que se la consigue de manera ilícita. Ganancia deshonesta también
es aquella que obtenemos cuando no la merecemos. Cuando hacemos nuestro trabajo
de manera diligente o negligente.
4. Con ejemplo.la mejor
manera de enseñar a alguien es a través de nuestro ejemplo. Las personas
aprenden mas cuando ven que cuando escuchan. V 3 “no como teniendo señorío sobre los que
están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.”
5. Con humildad. Una persona
humilde nunca va a maltratar, siempre tratara a todos por igual. La humildad hace
que seamos aceptados por la mayoría de las personas a quien dirigimos. V 5 “Igualmente, jóvenes,
estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de
humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los
humildes.”
6. Con alegría. El gobernar
bien en nuestra casa o en la iglesia es algo que tenemos que hacerlo con agrado
y con la esperanza que Jesucristo es quien nos recompensara. V 4 “Y cuando aparezca el
Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de
gloria.”
7. Humillándonos delante de
Dios. Solo estando de rodillas ante Dios podremos estar de pie delante de los
hombres. V 6 “Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;”
8. Echando nuestra ansiedad
delante de Dios. La ansiedad nos hace agresivos convirtiéndonos en muy malos
administradores. V 7 “echando
toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
9. Dependiendo de Dios, a través
de la oración podemos siempre estar preparados. V 8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar;”
Para mandar no es necesario gritar,
la autoridad no se impone, se ejerce. Es mejor enseñar que mandar u ordenar. Solo
el espíritu santo puede enseñarnos a ser unos verdaderos gobernantes.
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