El éxito o el triunfo es algo que está
disponible para todas las personas sin distinción de nada. No importa su sexo,
su edad, su color. Etc.
Pero si el éxito es algo disponible
para todo el mundo entonces porque los que lo consiguen son tan pocos.
No todas las personas son personas
de éxito, solo lo pueden conseguir quienes reúnen algunas características.
Esta vida
es como una carrera, el éxito es una carrera por eso es que tan solo unos
cuantos lo logran alcanzar.
Para mantenernos en la carrera al éxito y sobre todo el conquistar la
victoria es necesario:
1. Despojarnos de todo peso. V 1 a “Por tanto, nosotros también, teniendo
en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y
del pecado que nos asedia,” un atleta no puede correr y sobre
todo aspirar a ganar si no lleva la indumentaria precisa. Tiene que despojarse
de los accesorios que le impidan avanzar. En lo espiritual es necesario dejar
el pecado, en lo secular es necesario despojarnos de lo que nos impide
continuar en la carrera: la pereza, el desanimo. Etc.
2. Tener mucha paciencia. V 1 b “y corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante,” la paciencia es esencial para alcanzar todo cuanto
anhelamos. La impaciencia nos lleva a la desesperación y la desesperación nos
hace cometer errores.
3. Nunca apartar de nuestra mirada
la meta, o lo que queremos alcanzar. V 2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,” el
desviar nuestra mirada hace que nos alejemos y que perdamos el interés por
correr.
4. Gozarnos de lo que estamos
haciendo. V 2 b “el cual
por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz” el amor
por lo que hacemos hace que lo que hagamos nos quede bien.
5. Ignorar el rechazo o el oprobio.
V 2 c “menospreciando
el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” No tengas
en cuenta los comentarios mal intencionados de los que te quieren ver fracasar.
6. Luchar por no pecar o por no
seguir cometiendo errores. V 4 “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo
contra el pecado;” la única forma de llegar a la perfección es corrigiendo lo
malo que hacemos. Sin corrección no hay perfección.
7. Haceptar la corrección. V 5 “y habéis ya olvidado la exhortación que
como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la
disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;” de nada
sirve reconocer nuestros errores si no estamos dispuestos a corregir.
8. Tener Disciplina. V 6 “Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.” Dios es un Dios de orden, el
desorden causa caos, confusión y retroceso.
9. Tener sentido de pertenencia. Dios
no nos ve como a personas extrañas o como a ex pecadores, el nos ve y nos
siente como a sus hijos. V 7-8 “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos;
porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”
10. Someternos a Dios. Si en la
tierra nos sometemos a los hombres con mayor razón debemos hacerlo a nuestro
Dios. V 9-10 “Por otra
parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y
viviremos? 12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos
disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad. ”
11. Amar la corrección, lo normal
es que a nadie le guste que lo corrijan, pero las personas de éxito deben
anhelar ser corregidos. V 11 “Es
verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados.”
12. Esforzarnos por conseguir o
llegar a la meta. V 12 “Por
lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas” nada es fácil
en este mundo, pero tampoco nada es imposible lo único que necesitamos es
esforzarnos un poquito.
Recuerda tu eres lo que piensas y
lo que declaras de ti mismo. Los demás te ven como tú te ves, si para ti eres importante
también lo serás para los demás. Esfuérzate por llegar a la meta y lo conseguirás.
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